HAMBURGO (dpa-AFX) - En medio de la agitación por las consecuencias de las elevadas pérdidas por fraude y una reorganización del Consejo de Administración, Aurubis ha iniciado el nuevo ejercicio con un descenso de los beneficios. El aumento de los gastos de fundición y refinado, por ejemplo del concentrado de cobre y la chatarra, se vio compensado por el descenso de los precios de los metales y del ácido sulfúrico, un subproducto de la producción de cobre. A ello hay que añadir el aumento de los costes legales y de consultoría. Con un descenso del 5% en la facturación, hasta 3.900 millones de euros, el resultado operativo antes de impuestos del primer trimestre (finales de diciembre) cayó un 10%, hasta 111 millones de euros, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según anunció la empresa el martes en Hamburgo. El resultado final también cayó un 10%, hasta 89 millones de euros.

La dirección del grupo en torno a Roland Harings, que sigue al frente de Aurubis, sigue teniendo como objetivo un beneficio operativo antes de impuestos de 380 a 480 millones de euros para el ejercicio completo. Aunque esto es más que los 349 millones de euros logrados en 2022/23, los casos de fraude y robo también habían lastrado a la empresa con sede en Hamburgo con 139 millones de euros.

La pérdida de millones de euros también provocó críticas a la gestión de riesgos de los directivos de la empresa. Como consecuencia -como se sabe desde enero-, casi toda la Junta Directiva tiene que irse. El director general de Aurubis, Roland Harings, el director financiero, Rainer Verhoeven, y el director de producción, Heiko Arnold, pierden sus puestos prematuramente. Aún no se ha nombrado a sus sucesores.