La empresa se especializa en el desarrollo de procesos de fabricación de medicamentos mediante la producción fiable de ingredientes activos a base de péptidos para laboratorios de investigación. Un amplio catálogo de productos bioquímicos y síntesis exclusivas completan su cartera

Gráfico Bachem Holding AG



Los péptidos son aminoácidos de cadena utilizados como sustancias activas y altamente específicas de las drogas. La oncología, la diabetes y la obesidad son tres ejemplos destacados de áreas terapéuticas en las que los péptidos generan miles de millones de dólares en ingresos. También tienen una gran demanda en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, la insuficiencia renal, así como en antibióticos, vacunas y medicamentos para enfermedades raras.

Bachem suministra a las empresas farmacéuticas (51% de los ingresos) y biotecnológicas (39%) en su mayor parte, mientras que las universidades, los diagnósticos y los fabricantes de cosméticos representan el resto del negocio. Los clientes valoran la experiencia en materia de reglamentación, la fiabilidad, la rapidez y la disponibilidad, ya que cada desarrollo conlleva un sinfín de empresas complejas, ensayos y experimentos bajo estrictas directrices.

Con un catálogo de 5.500 productos en stock que pueden entregarse en uno o dos días, Bachem se encuentra en una posición ideal para satisfacer a los clientes más exigentes para una amplia gama de aplicaciones. Junto con una reputación establecida, esta magnífica cadena de suministro consolida el dominio de la empresa en péptidos y su ventaja competitiva en toda la industria.

El año pasado resultó ser un año lleno de acontecimientos, ya que Bachem amplió con éxito su cartera, añadiendo nuevas capacidades en el área de los oligonucleótidos, que son moléculas cortas de ADN o ARN utilizadas en las pruebas genéticas, la investigación y la medicina forense. La demanda de oligonucleótidos está a punto de seguir siendo mayor que la oferta existente, por lo que Bachem tuvo un comienzo fulgurante en este segmento del mercado.

Este nuevo negocio explica gran parte del crecimiento récord de las ventas en América del Norte (+37%). Con una cartera de 150 proyectos de investigación de NCE ("New Chemical Entities") (frente a los 70 de hace cinco años) y con importantes oportunidades de expansión en péptidos antimicrobianos - para combatir la resistencia de las cepas bacterianas contra los antibióticos clásicos - esa tendencia parece construida para durar, aunque no necesariamente en proporciones tan épicas.

Aún así, tanto el consejo de administración como el comité ejecutivo esperan romper la barrera de los 500 millones de CHF de ventas en los próximos cuatro o cinco años. Si eso ocurriera, en igualdad de condiciones, Bachem podría ganar 6 francos suizos por acción en 2023 o 2024, lo que implicaría unos niveles de valoración ya elevados de aproximadamente x47 EPS a plazo, al precio actual de las acciones de 280 francos suizos.

Es importante señalar que, según el último informe anual, "se seguirá dando prioridad al crecimiento de los beneficios sobre el crecimiento de las ventas". Este último comentario pone de relieve la gestión prudente -un sello que ha marcado a Bachem durante décadas- caracterizada, entre otras cosas, por un estricto control de los costos, una expansión meditada y autofinanciada y poco apetito por las adquisiciones, a pesar de la fragmentación del sector.

De ahí el balance de la fortaleza, con cantidades triviales de deuda a largo plazo y 200 millones de francos suizos de pasivo total, frente a 331 millones de francos suizos sólo de activo circulante. En cuanto a la financiación, la empresa realizó una pequeña ampliación de capital el año pasado, emitiendo 400.000 nuevas acciones a un precio de emisión de 120 francos suizos cada una. Cabe destacar la plena participación del fundador y principal accionista, el Dr. Peter Grogg.

La suma de estos méritos lleva a Bachem a ocupar un lugar destacado en las calificaciones cuantitativas de MarketScreener, a pesar de su ya generosa valoración. En efecto, con cerca de x66 ganancias futuras y x41 EBITDA - sobre la base del valor de la empresa - los inversionistas que se abalanzan sobre este precio pueden no dejar margen para el error.

Independientemente de ello, un retroceso en la acción de los precios puede ofrecer un gran punto de entrada a los operadores impulsados por el impulso.