Los bancos italianos propietarios de la debilitada Carige rechazaron el jueves una costosa propuesta de adquisición por parte de BPER Banca, según dijeron dos personas con conocimiento del asunto.

El rechazo supone un duro golpe para los planes de crecimiento de BPER, que ha sido dirigido hacia una vía de expansión por su mayor inversor, la aseguradora UnipolSAI.

Carige está participada en un 80% por el fondo de protección de depositantes FITD, financiado por el sector, después de que otros prestamistas tuvieran que rescatarla en 2019, gastando 600 millones de euros.

Para cumplir con las condiciones fijadas por BPER para la adquisición, el fondo FITD habría tenido que desembolsar 1.000 millones de euros para cubrir los costes de integración y saneamiento, reforzar el capital de BPER e impulsar sus futuros beneficios por acción.

Las fuentes indicaron que el fondo FITD había decidido que no podía cumplir las condiciones de BPER. Sin embargo, una de las fuentes dijo que el fondo seguía abierto a considerar una propuesta revisada.

Las fuentes habían dicho que los actores más fuertes veían con buenos ojos la oportunidad de eliminar un banco problemático de la escena y les preocupaba que los costes de hacerlo sólo aumentaran con el tiempo.

Sin embargo, sus homólogos más pequeños, así como los bancos que compiten más directamente con BPER, eran reacios a financiar sus ambiciones de crecimiento.

Las acciones de Carige cayeron hasta un 6,8% en la bolsa de Milán tras la noticia, antes de cerrar con un descenso del 2,4%. Las acciones de BPER, quinto banco italiano, cerraron con un descenso del 4,3%. (Información de Andrea Mandala y Valentina Za; edición de Gavin Jones)