La ministra británica de Finanzas, Rachel Reeves, lanzó una oferta para proteger a los proveedores de préstamos para automóviles de pagos multimillonarios en un caso histórico de ventas indebidas, con el Tesoro dando el inusual paso de solicitar permiso para intervenir ante el Tribunal Supremo, informó el lunes el Financial Times.

El Tesoro declaró que el caso tiene el "potencial de causar un daño económico considerable y podría repercutir en la disponibilidad y el coste de la financiación de automóviles para los consumidores", citaba el FT una presentación del Tesoro ante el Tribunal Supremo. Advirtió de que el caso podría dañar la reputación de Gran Bretaña como lugar para hacer negocios, según el informe.

El Tesoro no respondió inmediatamente a una solicitud de Reuters para hacer comentarios.

La Autoridad de Conducta Financiera dijo en noviembre que presionaría al Tribunal Supremo para que agilizara una decisión que permitiera a los prestamistas recurrir una sentencia crucial que podría allanar el camino al escándalo bancario de consumo más costoso de Gran Bretaña desde las ventas defectuosas de seguros de protección de pagos.

Dicha sentencia dictaminó que era ilegal que los concesionarios de automóviles recibieran una comisión de los bancos que ofrecen financiación de automóviles, sin obtener el consentimiento informado del cliente.

La rama británica del español Banco Santander había reservado 295 millones de libras (363,50 millones de dólares) para cubrir posibles costes relacionados con la revisión reguladora en curso sobre el cobro por parte de los prestamistas de financiación de automóviles.

Lloyds también ha reservado una provisión de 450 millones de libras para cubrir posibles indemnizaciones relacionadas con la revisión.

(1 $ = 0,8116 libras)