"Si se fijan en nuestros resultados, nos hemos duplicado cada cinco años, así que me gustaría pensar que podríamos volver a hacerlo y conseguirlo en un plazo de cinco años", declaró a Reuters Aron Levine, presidente de banca preferente de BofA.
El segundo mayor prestamista estadounidense lanzó su negocio de inversión de consumo en 2010. Permite a los llamados clientes de alto poder adquisitivo elegir sus propias inversiones, al tiempo que ofrece herramientas en línea y orientación en persona por parte de asesores financieros.
Si bien la mayoría de los consumidores invierten fuertemente en acciones y valores tecnológicos, otros también utilizan fondos de inversión y fondos cotizados en bolsa para diversificar sus carteras.
Levine se hizo eco de los recientes comentarios de otros ejecutivos de bancos estadounidenses que expresaron su optimismo sobre la salud financiera y el gasto de los consumidores.
"El ahorro de los consumidores ha bajado, pero sigue tendiendo a situarse por encima de los niveles previos a la pandemia, mientras que la deuda se ha estabilizado", afirmó. "Las tasas de empleo se han mantenido fuertes y se ha seguido gastando durante las vacaciones".
El prestamista tiene previsto abrir 165 sucursales en EE.UU. hasta finales de 2026, lo que también se espera que impulse los activos de inversión.
Casi el 33% de las cuentas de inversión de los consumidores de BofA están en manos de clientes de la Generación Z y millennials, que se han vuelto más activos a la hora de invertir, seguidos de los boomers y la Generación X.