Tras un duro 2022, los consumidores británicos se enfrentan este año a una restricción aún mayor de sus finanzas. La inflación se sitúa en el 10,5%, los tipos hipotecarios están subiendo y el gobierno está recortando las ayudas a las facturas energéticas de los hogares.

Según NielsenIQ, las ventas de comestibles en el Reino Unido en valor aumentaron un 7,6% en las cuatro semanas transcurridas hasta el 28 de enero, debido a un aumento de la inflación de los precios de los alimentos hasta el 13,8%.

Sin embargo, las ventas en volumen cayeron un 6,9%, el menor crecimiento en volumen registrado en más de nueve meses, lo que refleja la preocupación de los compradores por los aumentos del coste de la vida, señaló.

"Prevemos un primer trimestre difícil para el sector de la alimentación, con la inflación muy presente en la mente de los compradores", declaró Mike Watkins, responsable de NielsenIQ para el Reino Unido de la perspectiva de los minoristas y las empresas.

"Como resultado, los compradores seguirán optando por marcas más baratas o productos de marca blanca".

Haciéndose eco de los datos del estudio de mercado rival Kantar de la semana pasada, NielsenIQ afirmó que los establecimientos de descuento de propiedad alemana Aldi y Lidl siguieron mostrando un fuerte impulso con un crecimiento de las ventas del 21,9% y el 17,3% respectivamente durante las 12 semanas hasta el 28 de enero.

Dijo que Lidl superó a Morrisons para convertirse en el quinto mayor supermercado del Reino Unido con una cuota de mercado del 8,9%.

Las ventas del líder del mercado, Tesco, subieron un 8,1%. Subieron un 8,3% en Sainsbury's y un 7,4% en Asda, pero bajaron un 0,5% en Morrisons.

Según NielsenIQ, la cuota del comercio online en el conjunto de las ventas de bienes de consumo de rápida rotación (FMCG, por sus siglas en inglés) se situó en el 11,1%, similar a la que tuvo en la última parte de 2022.

Por otra parte, el martes, las encuestas del Consorcio Británico de Minoristas y Barclays mostraron que el gasto en los minoristas británicos se ralentizó en enero, pero el panorama general parecía un poco más brillante, ya que los consumidores se dieron el gusto de ir al cine y reservaron vacaciones.