La empresa química alemana BASF dijo el martes que había llegado a un acuerdo de 316,5 millones de dólares con algunos sistemas públicos de abastecimiento de agua de EE.UU. que alegaban que las sustancias químicas tóxicas para siempre presentes en la espuma contra incendios fabricada por la empresa habían contaminado sus suministros de agua.

El dinero proporcionado por el acuerdo, que debe ser aprobado por un juez federal, ayudará a las ciudades, pueblos y otros sistemas públicos de agua a remediar la contaminación de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, o PFAS.

Las PFAS son una clase de sustancias químicas utilizadas en miles de productos de consumo y comerciales, como espumas contra incendios, sartenes antiadherentes y tejidos resistentes a las manchas. Se han relacionado con cánceres y otras enfermedades, y a menudo se denominan sustancias químicas para siempre porque no se descomponen fácilmente en la naturaleza ni en el cuerpo humano.

BASF afirmó en un comunicado que el acuerdo no constituye una admisión de responsabilidad o de delito, y que tratará de recuperar lo pagado a través de sus numerosas pólizas de seguros.

La empresa dijo que pagará unos 4 millones de dólares como parte del acuerdo en julio, y que pagará otros 312,5 millones en marzo.

BASF se encuentra entre las casi dos docenas de empresas químicas que se han enfrentado a demandas interpuestas por sistemas de abastecimiento de agua sobre la contaminación por PFAS en un extenso litigio que se ha centralizado en un tribunal federal de Carolina del Sur.

Las demandas se centran en los PFAS que contaminaron las aguas subterráneas tras ser rociados en espumas contra incendios en parques de bomberos y aeropuertos de todo EE UU.

En 2023, esas demandas dieron lugar a más de 11.000 millones de dólares en acuerdos entre los sistemas de abastecimiento de agua de EE.UU. y las principales empresas químicas, como 3M, Chemours, Corteva y DuPont de Nemours. En abril, Tyco Fire Products, unidad de Johnson Controls, aceptó un acuerdo de 750 millones de dólares.

Se había programado provisionalmente que BASF y aproximadamente media docena de otras empresas fueran a juicio a principios de 2025.

Este importante acuerdo se debe en gran parte a la presión de los próximos juicios, según afirmaron el martes en un comunicado conjunto los abogados de los sistemas de agua de los bufetes Douglas & London, Napoli Shkolnik, Baron & Budd y Motley Rice.

Reconoce el alcance de la crisis de los PFAS y la profundidad financiera necesaria para abordar un problema de esta magnitud", afirmaron.

Más allá de los tribunales, los PFAS también han sido objeto de un mayor escrutinio normativo en Estados Unidos en los últimos años.

En abril, la Agencia de Protección Medioambiental de EE UU estableció las primeras normas nacionales sobre el agua potable para proteger a la población de estas sustancias químicas, y designó un par de ellas como sustancias peligrosas en el marco del programa Superfondo del país. (Reportaje de Clark Mindock en Nueva York; Edición de Bill Berkrot)