Alemania y la Unión Europea pretenden orientar más la producción energética futura hacia las energías renovables y producir, importar y comercializar hidrógeno limpio, derivado de la energía eólica y solar sin carbono, para eliminar los gases que calientan el clima.

Las dos empresas de infraestructuras de gasoductos afirmaron en una declaración conjunta que pretenden contribuir a acelerar el desarrollo de una economía del hidrógeno.

La alemana Gascade y la belga Fluxys solicitan a la UE el estatus de Proyecto de Interés Común (PCI), en virtud del cual podrían beneficiarse de procedimientos acelerados de autorización y financiación. No se han revelado los detalles financieros.

Su gasoducto de 400 km, denominado AquaDuctus, podría convertirse en una vía colectora, o "columna vertebral", de la producción de electricidad procedente de instalaciones de producción de energía eólica marina que se convertiría in situ en hidrógeno limpio mediante plantas de electrólisis.

Los envíos comenzarían en 2030 desde el parque eólico SEN-1 del Mar del Norte. En los años siguientes, los parques eólicos situados más mar adentro en la zona económica exclusiva de Alemania en el Mar del Norte podrían conectarse para transportar a Alemania hidrógeno procedente de plantas explotadas por otros países, como Noruega o Gran Bretaña.

Los estudios identifican hasta 100 gigavatios (GW) de potencial de capacidad de hidrógeno en el Mar del Norte alemán y europeo, según el comunicado.

Gascade es una filial de Wiga, propiedad conjunta del productor de petróleo y gas Wintershall Dea y del importador de gas Securing Energy for Europe (Sefe).

Algunos defensores del clima afirman que las nuevas formas de energía se desarrollan mejor fuera de la influencia de los titulares de los combustibles fósiles.