El centro estará vinculado al proyecto danés Greensand CCS, en el que Wintershall Dea es un actor clave. La empresa pretende salvaguardar el uso del gas -incluso cuando los países tratan de reducir las emisiones- recogiendo y almacenando el dióxido de carbono que libera en lugar de permitir que entre en la atmósfera.

"(Wintershall Dea) se ha unido a otras empresas en la firma de un acuerdo para perseguir y desarrollar conjuntamente el proyecto Greenport Scandinavia", dijo en un comunicado de prensa, sin nombrar a las otras empresas.

"Al participar en Greenport Escandinavia, demostramos que estamos impulsando la descarbonización", dijo, añadiendo que había firmado un memorando de entendimiento (MoU) y que estaba solicitando las licencias de CAC pertinentes.

Greenport Escandinavia servirá como punto de recogida de unos 1,5 millones de toneladas de CO2 generadas a partir del biogás en la región y de los países del Mar Báltico, desde donde se enviará a Greensand para su almacenamiento en yacimientos agotados.

Los detalles financieros no fueron revelados.

Las primeras inyecciones de volúmenes de prueba de CO2 en Greensand están previstas para principios de 2023, con vistas a alcanzar los 4-5 millones de toneladas anuales de almacenamiento de CO2 a partir de 2030, dijo Wintershall Dea.

La empresa tiene planes a largo plazo para crear un negocio que capture entre 20 y 30 millones de toneladas de CO2 al año para 2040, incluyendo acuerdos con Noruega, donde su par del sector, E.ON, también ha forjado algunos lazos.

Algunos ecologistas afirman que la tecnología CAC sirve para prolongar la era de la quema de carbono para obtener energía y que es necesario un cambio más decisivo hacia las energías renovables.