La sentencia dictada el martes por el juez de distrito Robin Rosenberg en West Palm Beach, Florida, anuló unas 50.000 demandas en los tribunales federales, aunque no afecta directamente a decenas de miles de casos similares pendientes en los tribunales estatales de todo el país.

Zantac, aprobado por primera vez en 1983, se convirtió en el medicamento más vendido del mundo en 1988 y en uno de los primeros fármacos en superar los mil millones de dólares de ventas anuales. Comercializado originalmente por un precursor de GSK, el medicamento ha sido vendido por varias empresas en distintos momentos, entre ellas Pfizer, Boehringer Ingelheim y Sanofi, así como una plétora de fabricantes de medicamentos genéricos.

Todos los fabricantes de medicamentos han negado que Zantac provoque cáncer.

Los accionistas de las empresas implicadas temían el peor de los escenarios, en el que los costes se elevaran a miles de millones de dólares, como ocurrió en los casos del analgésico Vioxx de Merck & Co y del herbicida a base de glifosato de Bayer.

GSK coronó el índice paneuropeo con una subida del 13%, camino de su mejor jornada desde 1998, seguida de la subida del 8% de Sanofi, camino de su mejor jornada desde 2008.

Los analistas de Jefferies -que habían estimado previamente la responsabilidad por Zantac para Sanofi en un rango de 500 millones a 8.000 millones de dólares y de 1.000 millones a 17.000 millones para GSK- dijeron que la última sentencia debería despejar alrededor del 80% o más del excedente de Zantac.

La decisión también es un buen augurio para los casos estatales, escribieron en una nota.

Las acciones de Haleon, que comprende activos de salud del consumidor que una vez fueron propiedad de GSK y Pfizer y se escindió como empresa independiente en julio, también subieron un 5%.

Los analistas de Barclays dijeron que veían a Zantac como sustancialmente desprovisto de riesgo, "dejando a Haleon nuevamente invertible para aquellos sin apetito por el riesgo de litigios farmacéuticos".