En el caso de Berkshire, esto significa aislar los diferentes segmentos y valorar cada uno por sus propios méritos.

Estos segmentos incluyen los negocios de seguros y reaseguros; Berkshire Hathaway Energy; Burlington National Santa Fe; negocios plenamente consolidados como Pilot, McLane y Precision Castpartsla cartera de participaciones cotizadas, que incluye inversiones en Apple, Coca-Cola, Amex y Occidental, entre otras; y, por supuesto, la plétora de efectivo y equivalentes de efectivo, por un total de 167.000 millones de dólares.

Típico cuando se aborda un conglomerado -y más aún cuando anuncia una reestructuración-, este método tiene poco sentido cuando se considera Berkshire. En efecto, es seguro que el grupo de Omaha no se desprenderá de su negocio de seguros, ya que es éste el que financia sus actividades de inversión a través del free float que genera.

Lo mismo ocurre con las participaciones cotizadas y las entidades consolidadas. Aunque a veces hay rotación en la cartera de acciones - Warren Buffett, por ejemplo, ha vendido parte de sus acciones de Apple en los últimos meses - sabemos que Berkshire ha conservado su particular cultura de inversión, anclada en un horizonte temporal prácticamente "infinito" - parafraseando al propio Sr. Buffett - sin intención de perder dinero. El propio Buffett - sin intención de vender empresas que en algunos casos ha controlado durante décadas.

El otro enfoque habitual era valorar Berkshire a través de su valor contable. También en este caso, este enfoque tiene poco sentido ahora que se han revisado las normas contables en 2018 - de nuevo criticado por el Sr. Buffett en su última carta a los accionistas. Buffett en su última carta a los accionistas - se ha amortizado la volatilidad de las participaciones cotizadas, con un impacto contable en los fondos propios que no guarda relación con los cambios reales en su valor intrínseco.

En resumen, en lugar de recurrir a razonamientos enrevesados, será sin duda más sencillo para quien quiera ser accionista de Berkshire comprar acciones cada vez que baje la cotización, sin perder de vista que una inversión en el grupo debería producir en el futuro un rendimiento más o menos comparable al del SP500 - con una volatilidad posiblemente menor.