BlackRock, Inc. (NYSE:BLK) habría contratado a Goldman Sachs para vender una participación en tres de sus activos de almacenamiento en baterías. Aunque el valor de la posible transacción no está claro, las fuentes creen que podría rondar los 500 millones de dólares. Las participaciones en los activos en oferta se encuentran dentro del promotor de almacenamiento en baterías de BlackRock con sede en Melbourne, Akaysha Energy Pty Ltd, que compró en 2022 como parte de un compromiso para invertir más de 1.000 millones de dólares en varias grandes baterías en toda Australia.

En el momento en que se anunció la adquisición, The Australian informó de que BlackRock Real Assets, una rama del gigante de la inversión de 10 billones de dólares (14,2 billones de dólares), esperaba entregar todos los nueve proyectos de baterías de Akaysha en desarrollo en Australia, seguidos de un avance hacia Japón y Taiwán y una expansión hacia el hidrógeno verde. En aquel momento, era la mayor apuesta de BlackRock en energía verde en Australia. BlackRock había invertido anteriormente en dos granjas solares de Queensland y había comprado una participación en Jolt, del ex ejecutivo publicitario Doug McNamee, que aspiraba a instalar cargadores de vehículos eléctricos en todo el país.

Los 10 proyectos de Akaysha abarcan varios estados australianos, entre ellos la batería Orana de 200 MW a 400 MW en Wellington, en el centro oeste de Nueva Gales del Sur, la instalación Ulinda Park de 150 MW en Western Downs, en Queensland, y Palmerston, en Tasmania. Combinadas, las plantas aportarán más de 1 GW de almacenamiento al mercado eléctrico nacional entre 2025 y 2027. La empresa fue creada hace varios años por el antiguo ejecutivo de Macquarie Capital, AGL Energy y Tesla, Nick Carter, junto con otra media docena de expertos en energía, ingeniería y finanzas.

Akaysha ha tenido planes para añadir activos de energías renovables, incluidos activos de hidrógeno verde, a su cartera tanto en Australia como en Asia. Los laboristas han propuesto un objetivo del 82% de energías renovables para 2030, casi el triple de los niveles actuales, lo que requiere un flujo de inversiones en los próximos años. BlackRock se ha visto presionada por los activistas del cambio climático para que adopte una actitud más agresiva en la venta de sus acciones en industrias de combustibles fósiles.

Las fuentes creen que los fondos de pensiones y de jubilación serían los compradores más probables, con grupos como la canadiense CDPQ (Caisse de dépôt et placement du Québec), Abu Dhabi Investment Authority y el fondo holandés APG (APG Algemene Pensioen Groep N.V.) como los más sensatos.