El canciller Olaf Scholz afirmó el martes que Alemania no quiere "desvincularse" de China, pero pidió que se avance en cuestiones estructurales y se mejore la calidad de la cooperación.

Scholz se encuentra en una visita de tres días a China, presionando su caso para un mejor acceso al mercado y un campo de juego nivelado para que las empresas alemanas compitan en la segunda economía más grande del mundo.

No obstante, agradeció a China su ayuda para resolver casos individuales en los que las empresas se han enfrentado a problemas, incluido el fabricante de automóviles BMW. (Reportaje de Andreas Rinke, redacción de Matthias Williams, edición de Miranda Murray)