La investigación de la Unión Europea sobre los vehículos eléctricos está apilada contra los fabricantes chinos, no es transparente y viola las normas del comercio mundial, incluso antes de que se conozca su resultado, afirmó el viernes un organismo industrial chino.

La Comisión Europea inició el pasado mes de septiembre una investigación sobre la conveniencia de imponer aranceles punitivos para proteger a los productores de la Unión Europea frente a las importaciones chinas de vehículos eléctricos más baratos que, según afirma, se benefician de subvenciones estatales.

Shi Yonghong, vicepresidente de la Cámara de Comercio China para la Importación y Exportación de Maquinaria y Productos Electrónicos (CCCME), dijo que le preocupaba que las conclusiones fueran "distorsionadas y poco objetivas".

Sus comentarios se produjeron después de que el máximo responsable chino de comercio advirtiera a Bruselas contra el proteccionismo.

La CCCME, que representa a 12 productores chinos de vehículos eléctricos en el caso y tuvo una audiencia con la Comisión Europea el jueves, dijo que su principal preocupación era la elección por parte del ejecutivo de la UE de las empresas que iban a ser sometidas a muestreo.

Se trata de BYD, Geely y SAIC . Sin embargo, no incluye a los principales exportadores de China a la UE, que según el grupo de campaña Transport & Environment fueron Tesla y Dacia de Renault en 2023.

Yonghong declaró en una rueda de prensa que la Comisión se había apartado de su principio de seleccionar a los mayores exportadores y parecía haber seleccionado a propósito a tres productores de propiedad china para llegar a conclusiones predeterminadas sobre las subvenciones.

"Esta selección sesgada de la muestra ha empañado todo el proceso de investigación", afirmó.

Yonghong dijo que la investigación también carecía de transparencia, ya que se concedió el anonimato a los fabricantes de la UE y ésta proporcionó datos inadecuados, como los relativos a la evaluación del perjuicio a la industria de la UE.

Los fabricantes chinos no perjudicaban a los fabricantes de automóviles de la UE, afirmó. Se concentraban en segmentos de mercado diferentes a los de sus homólogos comunitarios, la industria de la UE había mantenido una elevada cuota de mercado y los principales importadores de China eran los propios productores de la UE, afirmó Yonghong.

Añadió que varios fabricantes de la UE habían expresado su oposición a la investigación. BMW ha dicho que la investigación podría hacer más mal que bien.

Yonghong también dijo que el caso era un "ejemplo perfecto del doble rasero de la UE", dado que la UE no estaba tomando ninguna medida contra los cerca de 400.000 millones de dólares de subvenciones de la Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU. y ella misma estaba inyectando miles de millones de euros en la producción de baterías y vehículos eléctricos.

La Comisión Europea no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.