Boeing atraviesa un periodo de bajas entregas, el más bajo desde 2021. La empresa se enfrenta a investigaciones de la FAA y trabaja para mejorar la calidad de la producción y estabilizar las operaciones. Este primer trimestre ha sido especialmente decepcionante, con entregas incluso inferiores a las esperadas, a pesar de contar con un stock de aviones ya construidos que solo requieren pequeñas modificaciones antes de ser entregados a los clientes.

El principal problema de Boeing durante este periodo es la gestión de la tesorería. El gigante aeroespacial tiene previsto desvelar un plan de acción para mejorar la calidad de la producción. Según Bloomberg Intelligence, para el cuarto trimestre se espera un ritmo de producción de 38 aviones Boeing 737 al mes. La pérdida de una pieza en un avión destinado a Alaska Airlines ha sido un duro golpe, que acentúa la importancia de controlar los gastos.

Los resultados financieros de Boeing, previstos para el 24 de abril, se esperan con impaciencia. Las acciones de la empresa han caído más de un 30% desde principios de año, registrando descensos diarios en los últimos siete días. Para invertir esta tendencia, Boeing necesita mejorar sus procesos de fabricación y aumentar el ritmo de producción del 737, su producto más rentable.

La anunciada marcha del CEO Dave Calhoun se suma a la incertidumbre, dejando a la empresa y a sus inversores a la espera de la estrategia del futuro líder. Este periodo de transición está resultando complejo para quienes buscan invertir en Boeing, a la espera de ver qué rumbo tomará la nueva dirección para dar un giro a la situación.

 


Bloomberg TV proporcionado por MT Newswires

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