El grupo con sede en París obtuvo un beneficio operativo corriente de 1.140 millones de euros (1.300 millones de dólares), justo por encima de la estimación de los analistas de 1.130 millones y por encima de los niveles anteriores a la pandemia.

En el mismo periodo del año anterior, Bouygues obtuvo un beneficio básico de sólo 681 millones de euros.

Sus actividades de construcción se beneficiaron de importantes contratos de carreteras en Canadá y Madagascar, mientras que Bouygues Telecom añadió clientes de telefonía móvil y banda ancha, impulsando sus ventas.

El grupo, que planea la fusión de TF1 con su rival M6, registró un aumento de la cuota de mercado de la audiencia en los principales tramos de edad, así como una fuerte demanda de publicidad en televisión.

El director general, Oliver Roussat, ha declarado a la prensa que está "bastante seguro" de que el regulador francés aprobará la fusión cuando se pronuncie el próximo mes de octubre, ya que la decisión depende en parte de la naturaleza de los mercados que conserve el grupo conjunto.

El proyecto de fusión combinaría las dos mayores cadenas privadas de Francia y la entidad conjunta controlaría las tres cuartas partes del mercado publicitario televisivo del país.

COSTES DE EXPLOSIÓN

Los analistas destacaron la "pequeña" superación de las previsiones de consenso, pero el beneficio neto del grupo se situó ligeramente por debajo de las estimaciones al contabilizar los costes de operaciones como la prevista adquisición de Equans.

Bouygues acordó a principios de noviembre la compra de la rama de servicios del grupo energético Engie, en una operación que supondría la mayor adquisición de su historia y convertiría su nuevo segmento de Energías y Servicios en su mayor división de negocio.

Roussat dijo que la empresa también se había enfrentado a la espiral de costes de las materias primas, desde los precios del acero hasta los fletes desde China.

"Los costes de los viajes se han disparado literalmente", dijo. "En algunos casos los costes se han multiplicado por ocho o nueve".

Sin embargo, Roussat dijo que Bouygues pudo suavizar el golpe repercutiendo los costes en sus contratos a corto plazo, mientras que algunos acuerdos a más largo plazo incluían provisiones para la inflación.

(1 dólar = 0,8790 euros)