Un avance en la producción de petróleo que, según los productores, puede explotar con seguridad yacimientos a presión ultraelevada, podría poner en producción hasta 5.000 millones de barriles de crudo hasta ahora inaccesibles, según los analistas.

Chevron reveló el lunes que había bombeado el primer petróleo de un yacimiento a 20.000 libras por pulgada cuadrada de presión, un tercio más que cualquier pozo anterior. Su proyecto Anchor, de 5.700 millones de dólares, emplea equipos especialmente diseñados por NOV, Dril-Quip y buques perforadores de Transocean.

La empresa petrolera número 2 de EE.UU. comenzó a bombear desde el primer pozo Anchor el domingo, y el segundo ya está perforado y próximo a estar listo para encenderse, dijo Bruce Niemeyer, jefe de exploración y producción petrolera de las Américas.

Un reventón en 2010 en la prospección Macondo del Golfo de México mató a 11 trabajadores, ensució los caladeros y cubrió de petróleo las playas de la zona.

Transocean era el operador del malogrado buque Deepwater Horizon y BP era el propietario del proyecto Macondo. Ambas están implicadas en el nuevo desarrollo de pozos de mayor presión.

En la actualidad, la industria emplea nuevos buques perforadores y equipos creados para hacer frente a las presiones extremas, que son un tercio superiores a las encontradas en la avería de Macondo.

"La industria ha puesto de su parte para extraer los barriles de forma segura, con la nueva tecnología", dijo Mfon Usoro, analista principal que se centra en las operaciones del Golfo de México en la firma de investigación Wood Mackenzie.

El nuevo engranaje promete que el Anchor de Chevron y proyectos similares de Beacon Offshore Energy y BP entregarán un total combinado de 300.000 barriles de petróleo nuevo, y pondrán al alcance de los productores 2.000 millones de barriles de petróleo estadounidense que antes no estaban disponibles, dijo.

"Estos yacimientos de ultra alta presión van a ser un gran motor para el crecimiento de la producción en el Golfo de México", añadió Usoro.

El Golfo de México ha producido por debajo del nivel récord de 2019, de 2 millones de barriles diarios, y el petróleo adicional podría ayudar a devolver a la región su producción máxima.

BP dispone de su propia tecnología de alta presión con la que espera poder explotar 10.000 millones de barriles de petróleo conocido. Su primer proyecto 20k, Kaskida, fue descubierto en 2006 y dejado de lado por falta de tecnología de alta presión.

En las costas de Brasil, Angola y Nigeria se encuentran yacimientos petrolíferos similares de alta presión y alta temperatura que se beneficiarían de la tecnología 20k, según Aditya Ravi, analista de Rystad Energy. El Golfo de México será el campo de pruebas del nuevo equipo.

Brasil cuenta con importantes desarrollos en alta mar que "son los principales candidatos para la futura aplicación de la tecnología 20k debido a sus complejos entornos de alta presión y alta temperatura", afirmó.

Incluyendo los yacimientos no estadounidenses, más de 5.000 millones de barriles de petróleo y gas de recursos conocidos en todo el mundo podrían beneficiarse de la tecnología, dijo Ravi. Esos volúmenes equivalen a unos 50 días de la producción mundial actual.