La empresa de Palo Alto estima que su mercado potencial podría triplicarse en los próximos tres años. En plena fiebre por la inteligencia artificial, este es el tipo de declaraciones que el mercado se toma al pie de la letra.

El fabricante de equipos proporciona la «fontanería» en torno a las GPU y, desde la adquisición de VMWare, el software que explota toda la infraestructura. Como recuerda el dicho, en una fiebre del oro, son los vendedores de picos, más que los mineros, los mejor situados para hacer fortuna.

Broadcom también tiene a su favor el hecho de estar dirigida por Hock Tan, que ha destacado tanto por su talento como comprador como por su extraordinaria capacidad operativa. Bajo su dirección, el grupo ha realizado adquisiciones por valor de más de 60.000 millones USD en los últimos diez años; esta cifra habría sido muy superior si hubiera conseguido hacerse con Qualcomm a finales de 2018.

Con cada transacción el catálogo de productos se reducía drásticamente —«racionalizaba» en lenguaje convencional— y los precios aumentaban. Una decisión que ha dado paso a algunas fricciones con los clientes, que se han considerado rehenes y víctimas de un chantaje. La larga batalla legal entre Broadcom y AT&T es solo un ejemplo entre muchos otros.

Este enfoque sin concesiones ha beneficiado a los accionistas. Sin embargo, es de temer que, a largo plazo, favorezca la aparición de una competencia más abierta y económica. Por su parte, los grandes proveedores tradicionales, como Amazon o Microsoft, tampoco se quedan de brazos cruzados.

En respuesta, Broadcom pretende posicionarse como una alternativa soberana a los grandes gigantes estadounidenses de la nube. El lema es devolver el control a los propietarios de los datos. Este discurso da en el blanco porque está en sintonía con los tiempos, especialmente en Europa y Asia.

A finales de 2023, MarketScreener temía que Broadcom no lograra llegar al final del ciclo tras una frenética serie de adquisiciones, sobre todo si nos basábamos en la elevada valoración de entonces.

Se han hecho predicciones menos acertadas. Desde entonces, el valor de la empresa de equipamiento se ha multiplicado por 2,5, mientras que seguía registrando un crecimiento impresionante, tanto en 2024 como en el primer semestre de 2025.

La mala noticia, porque hay una, es que los gastos en opciones sobre acciones se han disparado al alza, hasta un nivel preocupante, desde la adquisición de VMWare. Pero al mercado no le importa, solo tiene ojos para las locas perspectivas de expansión en el campo de la inteligencia artificial.

Broadcom cotiza actualmente en bolsa a 19 veces su facturación prevista para este año, lo que supone un récord histórico absoluto. Para bien o para mal, la época —entre 2013 y 2023— en la que los inversores valoraban al grupo como un simple fabricante de equipos de red a cinco veces su facturación media ha quedado muy atrás.