La solvencia es un indicador clave para determinar la fortaleza de una entidad financiera. Mide la relación entre el volumen de capital disponible y el riesgo que el banco asume.

Por capital disponible se entiende el importe de los recursos propios de la entidad, es decir, la diferencia entre el total de activos (principalmente operaciones de crédito que concede el banco) y los pasivos (principalmente recursos de los clientes e inversores depositados en un banco).

El riesgo asumido por el banco se mide mediante la métrica conocida como APRs (Activos Ponderados por Riesgo), asignando a los activos unas ponderaciones de riesgo que reflejan el grado de riesgo asumido. De este modo, de forma general, un préstamo concedido a una empresa representa un riesgo mayor que un bono emitido por el Estado, por ejemplo.

Toda entidad debe tener recursos suficientes para poder absorber los dos tipos de pérdidas derivadas de su actividad:

  • Pérdidas esperadas. Se dotan contra resultados y constituyen las provisiones contables. Forman parte del coste del propio negocio. En el momento de registrar estas pérdidas, los recursos del banco ya se ven afectados y la ratio de solvencia lo recoge.
  • Pérdidas inesperadas. Se cubren con fondos propios. Se trata de una medida de riesgo que mide la volatilidad de estas pérdidas y tiene en cuenta la pérdida máxima que puede producirse en el horizonte de un año.

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CaixaBank SA published this content on 28 April 2022 and is solely responsible for the information contained therein. Distributed by Public, unedited and unaltered, on 28 April 2022 19:42:10 UTC.