Colombia ha puesto sus miras en el desarrollo de fuentes de energía renovables como la solar, la eólica y la geotérmica como parte del objetivo del presidente Gustavo Petro de destetar al principal productor regional de carbón y petróleo de su dependencia de los combustibles fósiles.
Pero muchos proyectos de energías renovables se han enfrentado a importantes obstáculos debido a la resistencia de las comunidades indígenas y a los retrasos normativos, y decenas de proyectos prometidos aún no han entrado en funcionamiento.
Celsia dijo en una declaración al regulador financiero que entre sus opciones está el traslado de los equipos a un nuevo proyecto en Perú.
"Los proyectos eólicos en La Guajira tienen grandes retrasos o han dejado de construirse por dificultades con las comunidades para la realización de procesos de consulta previa, demoras en la obtención o modificación de licencias ambientales e imposibilidades técnicas para entrar en operación... por retrasos en las líneas de transmisión", agregó Celsia.
La situación ha llevado a la empresa a considerar alternativas para sus proyectos Acacia y Camelias, que debían generar 330 megavatios.
Celsia ha dicho que su beneficio neto se redujo un 21,2% interanual en 2023, hasta unos 89 millones de dólares.
La italiana Enel suspendió indefinidamente su Windpeshi en La Guajira el pasado mes de mayo debido a los bloqueos de la comunidad.