El Gobierno checo intentará cumplir su objetivo de déficit presupuestario para 2023 de 295.000 millones de coronas (13.400 millones de dólares) aunque el desfase casi se amplió a ese nivel ya en mayo, declaró el domingo el primer ministro Petr Fiala.

El déficit presupuestario del Estado central alcanzó los 271.400 millones de coronas en enero-mayo, su nivel más alto para ese periodo, afectado por el aumento de los pagos de pensiones, el gasto en subsidios a los precios de la energía y los crecientes costes del servicio de la deuda.

"No ha evolucionado bien, pero aún así no puedo decir que no cumpliremos (el objetivo de déficit)", declaró Fiala en un debate en directo en el canal de televisión CNNPrima News.

"Veremos durante el verano, cuando lleguen los ingresos (extra), cuál es el estado del presupuesto... si no, estamos listos para ahorrar este año para tener (el) presupuesto bajo control", dijo.

Se espera que los ingresos adicionales procedan de impuestos extraordinarios, de un dividendo de la empresa de servicios públicos CEZ, de propiedad mayoritaria del Estado, y de fondos de la Unión Europea, dijo Fiala.

El ministro de Finanzas, Zbynek Stanjura, declaró el jueves que su ministerio propondrá la próxima semana ahorros por valor de al menos 20.000 millones de coronas en el presupuesto de este año para frenar el abultado déficit.

(1$ = 22,0100 coronas checas) (Reportaje de Robert Muller; Edición de Emelia Sithole-Matarise)