El debilitamiento del interés de los inversores por las energías limpias se debe a los objetivos esquivos, los elevados costes y la falta de financiación, según Igor Sechin, jefe del mayor productor de petróleo ruso, Rosneft, y conocido escéptico de las energías verdes.

Rusia, uno de los principales productores de petróleo y gas natural, y China se han fijado objetivos para alcanzar la neutralidad de carbono en 2060, 10 años más tarde que la mayor parte del mundo desarrollado.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha criticado al movimiento verde en Europa por capitalizar los temores de la población sobre el cambio climático, al tiempo que ha cuestionado el compromiso de Alemania de eliminar progresivamente el carbón.

Sechin se ha mostrado escéptico sobre la agenda verde, afirmando que se ha sobrestimado la contribución humana al cambio climático.

"En los últimos tres años, el entusiasmo de los mercados bursátiles occidentales por el sector de las energías renovables se ha desvanecido en gran medida. Las acciones de las empresas que producen combustibles limpios han caído varias veces en dos años", declaró Sechin en una conferencia en los Emiratos Árabes Unidos.

"Las razones de esta actitud de los inversores son la incapacidad de las empresas de economía verde para alcanzar sus objetivos a tiempo, entre otras cosas debido al aumento de los costes, los retrasos en la emisión de préstamos gubernamentales y la falta de disponibilidad de nueva financiación."

Citó a las grandes empresas energéticas mundiales, como Chevron Shell y BP, que, según dijo, habían "suspendido proyectos de producción de combustibles alternativos".

"En particular, me complace ver el abandono de la producción de combustible de aviación a partir de aceite de cocina usado", dijo Sechin con una sonrisa irónica.

Las grandes petroleras internacionales han ralentizado las inversiones en energías renovables y en negocios con bajas emisiones de carbono, ya que se enfrentan a la presión de los inversores para que aumenten los beneficios y mantengan las grandes retribuciones a los accionistas en medio del aumento de los costes, los problemas en la cadena de suministro y los problemas técnicos.