En una nueva saga bursátil, las acciones de las empresas de artículos para mascotas Chewy y Petco se han disparado, impulsadas por un simple meme de perros publicado por el enigmático Keith Gill, alias "Roaring Kitty". Chewy, propiedad de Ryan Cohen, subió hasta un 40% y Petco un 15%, antes de retroceder tan rápidamente como habían subido.

Esta extraña situación pone de manifiesto el exceso de liquidez que inunda el mercado y que permite que se produzcan este tipo de anomalías. Doolittle establece un paralelismo con el asunto GameStop, poniendo de relieve un cambio de ambiente en los mercados: la unión de los pequeños accionistas frente a los inversores institucionales da paso ahora a interrogantes sobre la legitimidad de estos movimientos especulativos.

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