Las pérdidas pusieron de manifiesto una de las consecuencias de la política del país de intentar eliminar el COVID-19 dentro de sus fronteras. Cada vez que se produce un brote, el número de vuelos cae bruscamente antes de repuntar una vez controlados los casos.

El cuarto trimestre se enfrenta a problemas similares, aunque hasta ahora menos graves. La capacidad programada de las aerolíneas en China esta semana es un 4,8% inferior a la de la semana pasada debido a los pequeños brotes, según la empresa de datos OAG.

Air China Ltd, con sede en Pekín, la aerolínea de bandera del país, dijo que su pérdida neta atribuible a los accionistas aumentó a 3.500 millones de yuanes (547 millones de dólares) en el tercer trimestre, frente a los 578 millones de yuanes del segundo, lo que eleva la pérdida neta de nueve meses a 10.300 millones de yuanes.

China Eastern Airlines vio crecer su pérdida neta hasta los 3.000 millones de yuanes desde los 1.400 millones del segundo trimestre. La pérdida total para los accionistas ascendió a 8.200 millones de yuanes en los tres primeros trimestres.

China Southern Airlines amplió sus pérdidas a 1.400 millones de yuanes, frente a los 682 millones del segundo trimestre, para un déficit total en nueve meses de 6.100 millones de yuanes.

La aerolínea, con sede en Guangzhou, dijo que pretende reponer su capital recaudando hasta 4.500 millones de yuanes mediante la colocación privada de acciones A y 1.800 millones de HK$ mediante la colocación privada de acciones H.

El resurgimiento de los casos de COVID-19 desde finales de julio, que afectan a los aeropuertos locales y a los grupos turísticos, ha supuesto un importante revés para el mercado nacional de viajes.

El tráfico de pasajeros aéreos en China cayó un 51,5% en agosto con respecto a hace un año, antes de recuperarse hasta un descenso del 24,7% en septiembre, según datos oficiales. La Administración de Aviación Civil de China (CAAC) ha dicho que está estudiando más medidas para ayudar financieramente a las aerolíneas.

La situación del mercado de los viajes, tan deslucida, ha llevado a algunas compañías aéreas chinas a lanzar ofertas promocionales de "todo lo que puedas volar" en las últimas semanas para estimular la demanda.

Con el mercado chino en calma, no parece haber urgencia para que la CAAC certifique los aviones Boeing 737 MAX, que dejó en tierra hace más de dos años por dos accidentes mortales.

Las fuentes dijeron a Reuters que crecen las posibilidades de que la certificación china se retrase hasta el próximo año.

Los ejecutivos de Boeing dijeron en una llamada de ganancias el miércoles que un tercio de unos 370 aviones MAX no entregados en el almacén son para clientes chinos y que la compañía espera reanudar las entregas en China en el primer trimestre del próximo año.

El consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, dijo el jueves que había habido "altibajos" en las entregas a China, dependiendo de la situación del país COVID-19 y de la disposición de los clientes a viajar para recoger sus aviones.

"Hemos tenido algunos desafíos en septiembre desde esa perspectiva", dijo a los analistas.

(1 dólar = 6,3963 yuanes chinos renminbi)