Los analistas afirmaron que el movimiento de Kaisa podría servir de ejemplo para que otros promotores inmobiliarios en apuros, como el Grupo Evergrande de China y el Grupo Shimao, recurran a empresas estatales o a gobiernos locales para su reestructuración.

Se espera que las empresas estatales chinas adquieran más activos de promotores privados altamente endeudados, ya que Pekín intensifica sus esfuerzos para estabilizar y reforzar el control sobre el sector inmobiliario, afectado por la crisis y que representa una cuarta parte de la economía.

Kaisa dijo en una presentación a última hora del martes que el acuerdo de cooperación incluirá nuevas oportunidades en el desarrollo inmobiliario en la Gran Área de la Bahía, así como otros negocios como el turismo cultural y el ferry.

El acuerdo es "propicio para... revitalizar (sus) activos de proyectos comerciales y residenciales, y aliviar las dificultades de liquidez a corto plazo", dijo la firma en la presentación.

Kaisa, el segundo mayor emisor de bonos en dólares entre los promotores chinos, después de Evergrande, está reestructurando su deuda offshore de 12.000 millones de dólares después de incumplir el pago de algunos bonos el año pasado.

China Merchants Shekou, una empresa emblemática del Grupo China Merchants, está especializada en el desarrollo de parques comerciales e industriales, mientras que China Great Wall, propiedad del Ministerio de Finanzas, es uno de los cuatro mayores gestores de deuda en dificultades del país.

"Se trata de la primera gran reestructuración anunciada por un promotor hasta el momento y creemos que el mercado debería considerarla como algo positivo, ya que esto debería allanar el camino para resolver sin problemas sus problemas", declaró Raymond Cheng, jefe de investigación sobre China de CGS-CIMB Securities.

Las acciones de Kaisa que cotizan en Hong Kong están suspendidas de cotización desde el 1 de abril, tal y como exigen las normas de cotización, porque no pudo publicar sus resultados financieros de 2021 antes de la fecha límite del 31 de marzo.