MÜNSTER, Alemania, 4 nov (Reuters) - El Grupo de los Siete instó el viernes a China a abstenerse de "amenazas, coerción, intimidación o uso de la fuerza", al tiempo que expresó su objetivo de cooperar en la medida de lo posible para hacer frente a los retos mundiales, como la seguridad, la salud global y el clima.

El comunicado, redactado en términos suaves, que pone fin a dos días de reuniones de los ministros de Asuntos Exteriores de las siete democracias más ricas del mundo, también reiteró la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.

El G7 está cada vez más de acuerdo en la necesidad de dar una respuesta coordinada a las ambiciones del presidente chino, Xi Jinping, tras el Congreso del Partido Comunista, dijo más temprano un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos, pero el comunicado no hizo referencia a un objetivo común.

La reunión coincidió con una visita de un día del canciller alemán, Olaf Scholz, a China, lo que alimentó la preocupación de que Alemania siguiera dando prioridad a las relaciones económicas con su mayor socio comercial por encima de las consideraciones estratégicas y de seguridad

Esto podría suponer un riesgo de división entre los aliados occidentales que han tratado de adoptar una postura más dura hacia China en años recientes.

"Recordamos a China la necesidad (...) de abstenerse de las amenazas, la coacción, la intimidación o el uso de la fuerza", dijo el comunicado del G7. "Nos oponemos firmemente a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo por la fuerza o la coacción".

El G7 dijo que seguía "seriamente preocupado por la situación en y alrededor de los mares de China Oriental y Meridional", después de que China organizó, a principios de este año, ejercicios militares cerca de Taiwán.

China reclama la isla autogobernada como territorio propio y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someterla a su control.

Además, el G7 afirmó que seguiría planteando a China su preocupación por las violaciones y abusos de los derechos humanos de los que se ha informado, entre ellos en Sinkiang y Tíbet, y por la "continua erosión de los derechos, las libertades y la autonomía de Hong Kong".

(Reporte de Humeyra Pamuk, Sarah Marsh y Sabine Siebold; reporte adicional de Sarah Marsh; Editado en español por Javier López de Lérida)