MADRID, 25 nov (Reuters) - Las autoridades de la isla española de La Palma levantaron el miércoles el confinamiento de tres ciudades costeras al disiparse parcialmente las emanaciones tóxicas de la lava que fluye hacia el mar, pero la erupción del volcán Cumbre Vieja no dio señales de disminuir.

La roca fundida al rojo vivo siguió brotando a lo largo de los flancos occidentales del volcán, que lleva en erupción desde el 19 de septiembre, y el ritmo de los temblores de tierra diarios aún no ha disminuido.

El aeropuerto de La Palma ha permanecido cerrado desde el fin de semana, y las imágenes publicadas por el operador del aeropuerto, Aena, muestran al personal retirando toneladas de ceniza negra de la pista.

"La previsión de AEMET mañana es que va a haber una pequeña ventana temporal pero depende de la intensidad de la erupción y si no reducía la intensidad, lo más seguro es que siguiera afectando al aeropuerto de La Palma", dijo Carmen López, que dirige el programa de vigilancia geofísica del Instituto Geográfico Nacional.

El lunes, las autoridades locales obligaron a los residentes de tres ciudades costeras a permanecer en sus casas, ya que una tercera lengua de lava golpeó el mar enviando densas nubes de vapor y humo hacia el cielo.

La nube es menos densa ahora, dijo Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias.

"No obstante, recomendamos a las personas que viven más cerca de zona donde la lava está llegando al mar que usen fundamentalmente mascarilla ffp2 y mantengan esa defensa para evitar cualquier problema", dijo a periodistas.

La lava que se solidifica al caer al agua ha ampliado la superficie de la isla en unas 46 hectáreas, según las autoridades.

Hasta el momento ha engullido 1.073 hectáreas de terreno, según el sistema de vigilancia por satélite de la UE, Copernicus. La erupción ha dañado o destruido cerca de 2.700 edificios, obligando a evacuar a miles de personas de sus hogares en la isla.

(Reporte de Inti Landauro y Emma Pinedo, edición de Andrei Khalip y Mike Collett-White, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)