En 2024, UniCredit intensificó sus ofensivas estratégicas. Tras aumentar significativamente su participación en Commerzbank y declarar sin ambages su ambición de comprar el banco alemán, también presentó una OPA hostil por el Banco BPM. El objetivo declarado era crear un gigante bancario en Europa, pero, al intentar imponerse en todos los frentes, el riesgo de indigestión se hacía evidente. Las últimas declaraciones de Jens Weidmann, presidente del Consejo de Supervisión de Commerzbank, parecen confirmar que esta estrategia no ha hecho felices a todos.
En una entrevista concedida al diario económico Handelsblatt, Jens Weidmann habla de la forma en que UniCredit adquirió una participación en Commerzbank, revelando que la operación se percibió como negativa en el seno del banco. En su opinión, una fusión amistosa parece muy poco probable, en gran parte debido al método utilizado por UniCredit.
"Es como cualquier otra relación: si no empiezas con buen pie, va a ser difícil", explica, y añade que "en las fusiones, es importante que los directivos hablen primero entre ellos con un espíritu de confianza y desarrollen un entendimiento común. UniCredit decidió no hacerlo y nos sorprendió con su movimiento. No es un buen estilo".
UniCredit posee actualmente alrededor del 28% del capital de Commerzbank, el 9,5% del cual en acciones directas y el 18,5% a través de instrumentos financieros. Para Jens Weidmann, a Alemania le interesa mantener dos grandes bancos nacionales, Deutsche Bank y Commerzbank. En su opinión, una adquisición por parte de UniCredit "podría reducir la presencia de Commerzbank en Alemania y debilitar Fráncfort como centro financiero".
A estas alturas, la postura de Commerzbank parece clara: la idea de una fusión no atrae, y la forma en que UniCredit ha actuado ha contribuido más bien a tensar las discusiones. Queda por ver si el banco italiano decide insistir o revisar su estrategia de expansión.