Sustentabilidad Corporativo Comunidades Torea Laroche: “Son pequeños detalles los que hacen la diferencia en la isla”

• Con solo 36 años, este joven tahitiano radicado en Isla de Pascua desde los 7 años, sabe lo que es emprender. Dueño de un restaurant, bar y discoteque, hoy solo está abocado a su botillería producto de la pandemia. Un negocio que a punta de innovación y foco en el cliente se ha convertido en uno de los principales de la isla en su tipo.

A los 7 años Torea Laroche llegó a Chile. Nacido en Tahití e hijo de padre francés y madre polinésica, se trasladó a Isla de Pascua luego de que su mamá se casara con un chileno. En Rapa Nui cursó enseñanza básica y media, formó su familia y, tras estudiar ingeniería en sonido en Santiago, echó raíces como emprendedor en la isla.

Primero instaló un restaurant con su mamá. Luego abrió un bar-restaurant. Con los años sumó una discoteque y, en 2014, apostó por un minimarket que después reconvirtió en la botillería Henua ('Tierra'). 'Aprendí de la experiencia de mi papá en Tahití. Él tenía un sello discográfico, solo se dedicaba a eso y vi como quebró y quedó en la calle. Por eso me diversifiqué', cuenta Torea.

Esa estrategia, sumada a su capacidad de visualizar riesgos fueron claves para enfrentar lo que le deparó la pandemia. En marzo de 2020, tan pronto las autoridades cerraron el aeropuerto Mataveri, Torea tomó una dura decisión. Cerró el restaurante, el bar y la discoteque. Con las ganancias del verano, más lo que logró juntar, indemnizó a sus trabajadores y solo se quedó con la botillería, que le ha permitido mantenerse en medio del COVID-19.

'Siempre pensé que el día en que muriera el turismo tendría que volcarme al público local. Y eso fue lo que hice. Sabía que la pandemia no iba a terminar en tres o cuatro meses como se creía y que las ayudas no darían para la subsistencia del restaurant', detalla.

Desde entonces, toda su energía se volcó en Henua y en la construcción del primer supermercado de Isla de Pascua, que espera inaugurar a fin de año. Le ha ido bien con la botillería, admite con modestia, pero ha sido a punta de esfuerzo. Con 80 metros cuadrados y ubicada en pleno centro, la botillería fue un negocio complejo para Torea en sus inicios.

¿Cómo logró convertirla en una de las dos principales de Isla de Pascua? Te invitamos a conocer los factores que incidieron en su éxito.

• Dedicación: 'Comencé este negocio con un socio, pero en un año nos separamos. Entonces delegué la administración en un tercero mientras yo me dedicaba al restaurant. Y lo que sucedió es que todo lo que ganaba allí me lo consumía en la botillería, que entonces era minimarket. Por eso lo puse en venta. Por fortuna, los interesados no lo quisieron. Entonces decidí dedicarme totalmente a él y mi señora se quedó en el restaurant. Lo primero que hice fue evaluar las falencias'.
• Estudiar al cliente: 'Durante un mes me senté en la caja a observar. Me di cuenta de que el ambiente era fome, que había poca variedad, que la gente entraba, se iba al rincón de la cerveza, la tocaba y, como estaba tibia, se iba sin comprar. Detecté que el fuerte era la cerveza, la Escudo y me enfoqué en eso'.
• Sello propio: 'Después de analizar lo que sucedía me di cuenta de que esta era la botillería del carrete, orienté el negocio a esa experiencia y dejé de ser minimarket. Puse música entretenida, carbón y costillar a la entrada, bebidas energéticas, cerveza helada a la altura de la vista, me preocupé mucho del frío. Son pequeños detalles los que hacen la diferencia en la isla. Poco a poco fueron creciendo las ventas'.
• Nunca quebrar stock: 'En la isla el que quiere vende. Pero, por la lejanía, cualquier compra en el continente demora entre 30, 45 o 60 días en barco. Por eso todos tienen ruptura de stock. Yo me propuse no tenerlo. Construí una bodega, anticipo mis pedidos y reviso el stock de manera mensual. El cliente ya sabe que aquí siempre encontrará lo que necesita para su carrete'.

REPORTAJE PUBLICADO EN LA REVISTA ENCCUENTRO DE JULIO, PARA REVISARLO HACER CLICK AQUÍ