CoreWeave se ha forjado una singularidad al rechazar el enfoque generalista de las grandes nubes públicas. Se acabaron los miles de servicios adicionales o las arquitecturas diseñadas para la versatilidad. La empresa se ha fijado una misión clara: proporcionar la mejor infraestructura posible para cargas de trabajo intensivas en IA, ya sea para el entrenamiento de modelos, la inferencia con muy baja latencia o el renderizado gráfico complejo.

Para ello, despliega clústeres masivos de GPU de última generación (Nvidia H100, H200, Grace Blackwell) en sus propios centros de datos, en Estados Unidos y Europa.

A continuación, ofrece esta potencia bruta a sus clientes a través de un modelo comercial basado en contratos plurianuales de compra obligatoria, que garantizan unos ingresos estables y predecibles. En otras palabras, los clientes se comprometen a pagar por los recursos reservados, independientemente de si los utilizan o no. Este modelo le permite invertir masivamente en la expansión de sus capacidades (32 centros de datos, más de 250.000 GPU en 2025) y, al mismo tiempo, garantizar los flujos de caja indispensables en un sector con grandes necesidades de capital.

Diferenciación tecnológica mediante la integración vertical

CoreWeave atrae a los líderes de la IA gracias a una promesa de rentabilidad única. La empresa no se limita a ofrecer GPU, sino que ha creado una plataforma en la nube integrada y optimizada para la IA de extremo a extremo.

Su arquitectura «bare metal», sin capa de virtualización, permite un aislamiento reforzado y una rentabilidad máxima. Las innovaciones de software propias, como CKS (CoreWeave Kubernetes Service) o SUNK (Slurm on Kubernetes), facilitan la gestión de clústeres masivos para el entrenamiento de modelos a escala de decenas de miles de GPU.

CoreWeave también ha desarrollado Nimbus, su propio plan de control basado en los chips DPU Bluefield de NVIDIA, que garantiza una programación de red inteligente y una seguridad reforzada a escala de cada nodo.

La demostración es elocuente: según el grupo de líderes de IA MLPerf v5.0, CoreWeave supera en 2,86 veces la rentabilidad de H200 en el modelo Llama 3.1 405B en inferencia, y su clúster GB200 para entrenamiento es 34 veces mayor que el segundo de la clasificación.

Un actor imprescindible para los laboratorios de IA

CoreWeave no es solo un proveedor de potencia bruta, sino que se ha convertido en el socio de confianza de los nombres más importantes de la IA. Además de Microsoft (que representaba más del 50% de su facturación), la empresa ha firmado con OpenAI un contrato de cinco años valorado en casi 12.000 millones USD, que también prevé la adquisición de una participación de esta última en CoreWeave.

Entre sus referencias figuran otros clientes de renombre: Meta, IBM, Cohere, Mistral AI y Jane Street. Esta posición privilegiada entre la élite mundial de la IA es testimonio de una excelencia tecnológica reconocida, pero también pone de manifiesto una fragilidad estructural: la extrema concentración de sus ingresos hace que CoreWeave sea vulnerable a cualquier cambio estratégico de sus principales clientes, algunos de los cuales son también… sus competidores.

CoreWeave, el Hyperscaler™, ha sido el único proveedor de IA en la nube que ha recibido la máxima calificación según el sistema de puntuación ClusterMAX™ de SemiAnalysis.

Un crecimiento vertiginoso

Para 2025, los analistas prevén una facturación de 5.000 millones, respaldada por la cartera de pedidos y el aumento del contrato con OpenAI.

La empresa ha logrado la hazaña de alcanzar un margen sobre EBITDA ajustado del 64% en 2024, lo que es señal de una rentabilidad potencial excepcional a pesar de las cuantiosas inversiones. Ha conseguido captar más de 12.900 millones USD a través de financiación respaldada por sus activos (en particular, sus GPU) y sus contratos firmados con clientes de calidad de grado de inversión.

Sin embargo, esta dependencia de la financiación externa es un punto a tener en cuenta. CoreWeave sigue muy endeudada, con un flujo de efectivo libre negativo, y tendrá que seguir convenciendo a los mercados para mantener su ritmo de crecimiento.

Una posición estratégica en un mercado ultracompetitivo

El mercado de la infraestructura de IA debería crecer más de un 30% anual de aquí a 2030. CoreWeave se impone en él como el único actor puro a hiperescala, frente a dos tipos de competidores:

  • Los hiperescaladores generalistas (AWS, Azure, Google Cloud)

Estos gigantes cuentan con enormes recursos financieros y carteras de productos. Pueden competir con CoreWeave en el acceso a las GPU (o incluso desarrollar su propio silicio), ofrecer paquetes integrados y apoyarse en relaciones históricas con sus clientes.

Frente a ellos, CoreWeave apuesta por una ejecución más rápida, una especialización tecnológica puntera y servicios adaptados a las necesidades específicas de los laboratorios de IA. Pero la amenaza es existencial, especialmente por parte de Google Cloud (TPU, Vertex AI) o Microsoft Azure, que es a la vez cliente y competidor.

  • Las neoclouds especializadas (Lambda, Together AI, Crusoe)

Con menos capitalización, estos actores se distinguen por su agilidad, su orientación hacia el código abierto o su posicionamiento ecológico. A veces se dirigen a los mismos clientes que CoreWeave, pero les cuesta competir en capacidad bruta y fiabilidad. CoreWeave mantiene una ventaja gracias a su tamaño, su acceso al capital y su excelencia operativa.

Una valoración ambiciosa, una apuesta por el futuro

CoreWeave salió a bolsa en marzo de 2025 y captó 1.500 millones USD en la mayor salida a bolsa del sector de la IA hasta la fecha. La cotización actual ronda los 155 dólares por acción, lo que supone una capitalización bursátil de 75.000 millones USD. Su trayectoria bursátil desde la salida a bolsa es impresionante: +300% en pocos meses. La valoración actual no deja lugar a dudas. La acción cotiza a casi 20 veces su facturación estimada para 2025.

Gráfico CoreWeave, Inc.

Los inversores esperan un fuerte crecimiento en los próximos años, en un sector muy en boga, de ahí estas ratios tan elevadas. De hecho, la facturación para 2026 se estima en 11.600 millones USD y la de 2027 en 16.500 millones USD.

La apuesta de los inversores que están dispuestos a pagar el precio actual por el título se basa en tres pilares: la explosiva demanda de infraestructuras especializadas en IA, el notable rendimiento operativo de CoreWeave y unos fundamentos económicos sólidos (márgenes operativos en fuerte crecimiento, ingresos recurrentes). Pero los riesgos son numerosos: dependencia de los clientes, presión competitiva, necesidad continua de financiación, escasez de GPU.

Una joya tecnológica a la que hay que seguir muy de cerca

CoreWeave se está imponiendo como el líder tecnológico en infraestructura de IA, combinando potencia bruta, innovación en software y excelencia operativa. En un sector en el que la carrera por la rentabilidad es fundamental, se ha convertido en el socio preferido de los líderes de la IA. Pero su futuro dependerá de su capacidad para gestionar su crecimiento, diversificar su base de clientes y mantener su ventaja tecnológica frente a gigantes con recursos casi ilimitados.

En un mundo en el que la IA se está convirtiendo en infraestructura, CoreWeave quiere ser el equivalente de lo que Amazon fue para el comercio electrónico: la columna vertebral invisible pero esencial de la innovación. Una apuesta audaz... pero realista.