"Queremos tener presencia física en la mayoría de los principales centros de riqueza de Estados Unidos", dijo Gregory Fleming a Reuters en una entrevista. Su negocio abarca ahora 40 oficinas con más de 90.000 millones de dólares bajo gestión, creciendo desde tres oficinas y 18.000 millones de dólares en activos en 2018.

Fleming es un veterano del sector que anteriormente dirigió las ramas de gestión de patrimonio e inversiones de Morgan Stanley. Como director de operaciones de Merrill Lynch, ayudó a dirigir la firma de Wall Street durante la crisis financiera y su adquisición por parte de Bank of America.

Rockefeller, que en la actualidad cuenta con unos 250 asesores de patrimonio privado, pretende aumentar esa cifra a 400-500 en un plazo de tres a cinco años.

Ya ha realizado algunas contrataciones de alto nivel para impulsar la expansión. Eric Heaton, ex presidente de bancos estadounidenses en Morgan Stanley, se unió a Rockefeller esta semana para asesorar al director general sobre su estrategia y planes de crecimiento. Rose Lee, anteriormente en Credit Suisse, fue contratada en julio como directora de soluciones de inversión para desarrollar y gestionar productos como inversiones y valores.

Rockefeller concentrará sus esfuerzos de gestión de patrimonios en Estados Unidos, donde ya tiene presencia en las principales áreas metropolitanas, dijo Fleming. La empresa tiene previsto abrir una oficina en Orlando, Florida, y profundizar su presencia en Charlotte, Carolina del Norte, Austin, Texas y Nashville, Tennessee.

"La oportunidad sigue siendo significativa", dijo Fleming.

En cuanto a los mercados, Rockefeller aconseja a sus clientes que sean cautelosos hasta principios del próximo año, sobre todo si la Reserva Federal sube los tipos de interés de forma más agresiva de lo que los mercados prevén actualmente. Ante ese panorama, los clientes de Rockefeller han estado comprando bonos del Tesoro estadounidense con vencimientos a más corto plazo, de dos, tres y cinco años, para aprovechar el aumento de los rendimientos de los bonos.

La demanda de los inversores sigue siendo firme a pesar de los brotes de iliquidez en el mercado de bonos del Tesoro de EE.UU., que asciende a 23 billones de dólares, dijo Fleming.