El mayor prestamista de Dinamarca está siendo investigado por las autoridades de Estados Unidos, Dinamarca, Francia y Estonia por unos pagos de 200.000 millones de euros (209.700 millones de dólares) que se canalizaron a través de su sucursal estonia, ahora cerrada, entre 2007 y 2015.

La revelación de la implicación de Danske en el escándalo de blanqueo de dinero condujo a la presentación de cargos policiales contra el banco, así como a la salida del entonces director general de Danske, Thomas Borgen.

"Danske Bank está ahora en conversaciones iniciales con las autoridades estadounidenses y danesas sobre la resolución del asunto de Estonia", dijo el banco, añadiendo que todavía no era capaz de estimar de forma fiable el momento o el tamaño de una posible multa o acuerdo.

Es probable que dicha multa sea "importante", añadió.

Danske dijo en febrero que pagaría dividendos en tramos este año para asegurar una "gestión prudente del capital a la luz del asunto de Estonia".

Las acciones de Danske cayeron inicialmente tras el anuncio, pero subían un 1,43% hacia las 1250 GMT.

"Esto se debe probablemente a la perspectiva de que este caso se convierta pronto en algo del pasado", dijo el analista de Nordnet Per Hansen, que afirmó que una posible multa podría oscilar entre "varios miles de millones" y hasta 10.000 millones de coronas danesas (1.410 millones de dólares).

(1$ = 7,0893 coronas danesas)

(1$ = 0,9537 euros)