El anuncio se produjo a última hora del martes, en un momento en que los fabricantes de aviones y motores, los arrendadores y los proveedores de servicios de mantenimiento, reparación y revisión (MRO) con clientes rusos se enfrentan a varias prohibiciones de la UE y Estados Unidos, entre ellas la de arrendar aviones, exportar aviones nuevos y suministrar piezas.

También hay posibles dificultades de pago después de que algunos bancos rusos fueran excluidos del sistema de pagos internacionales SWIFT.

Las nuevas sanciones aíslan al sector de la aviación ruso de forma similar a Irán y Corea del Norte, pero tendrán consecuencias mucho mayores dado el mayor tamaño del mercado ruso y su gran dependencia de los proveedores occidentales en los últimos años.

Rusia representó alrededor del 6% de la capacidad de tráfico aéreo mundial en 2021, según la consultora de aviación IBA, por encima de alrededor del 4% en 2019 debido al fuerte rendimiento relativo de su mercado interno durante la pandemia.

La capacidad doméstica del año pasado estuvo por encima de los niveles previos a la pandemia y las aerolíneas rusas fueron vistas como las más fiables en los acuerdos de arrendamiento de aviones en un momento en que muchas aerolíneas del sudeste asiático suspendieron los pagos o devolvieron los aviones debido a problemas financieros.

Alrededor de 515 aviones rusos, con un valor de mercado estimado en unos 10.000 millones de dólares, están alquilados a empresas extranjeras, según la empresa de análisis Cirium.

Los arrendadores tienen hasta el 28 de marzo para liquidar los contratos en virtud de las sanciones de la UE, pero los ejecutivos del sector han expresado su preocupación sobre si las aerolíneas rusas cumplirán las órdenes de devolver los aviones.

Peter Walter, director de gestión técnica y de activos de IBA, dijo que esperaba que la prohibición del suministro de piezas de repuesto tuviera también un gran impacto en la industria rusa, como ya ocurrió en Irán en el pasado.

"Dado que las piezas son limitadas, cabe esperar que los aviones que están en tierra en Rusia sean robados para mantener el resto de la flota operativa", dijo en un seminario web el martes.

Rusia cuenta con instalaciones nacionales de MRO, pero las compañías aéreas también han llegado a acuerdos con empresas extranjeras. Aeroflot firmó el año pasado un acuerdo a largo plazo con Hong Kong Aircraft Engineering Company (HAECO) para la reparación y revisión de componentes.

HAECO no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios el miércoles sobre si las sanciones afectarían al contrato.

Las aerolíneas rusas tampoco podrán adquirir nuevos aviones encargados a fabricantes occidentales, lo que supone un golpe para Airbus y Boeing.

Las aerolíneas rusas tienen 62 aviones encargados a los dos fabricantes, según datos de la IBA, incluidos 25 Boeing 737 MAX que debían entregarse a Utair este año.

Rusia es el único país importante en el que el 737 MAX no ha recibido permiso para volver a funcionar después de una inmovilización de casi tres años tras dos accidentes mortales.