"Desgraciadamente, una mejora a corto plazo ahora en verano es poco realista", declaró a Die Welt Detlef Kayser, miembro del consejo de administración de Lufthansa, quien añadió que el problema es global y no exclusivo de Alemania y que la única salida es reducir el número de vuelos.

Lufthansa ha anunciado sus planes de suprimir unos 3.000 vuelos, es decir, un 15% de su capacidad, en sus centros de operaciones de Fráncfort y Múnich este verano.

La aerolínea de bandera alemana está intentando que las rutas vacacionales se vean afectadas lo menos posible, optando en su lugar por cancelar los vuelos de corta y media distancia con muchas opciones de viaje alternativas, dijo Kayser a Die Welt.