Fuentes cercanas al asunto afirmaron en junio que Trans-o-Flex se estaba preparando para cotizar en la bolsa de Frankfurt en una operación que podría valorarla en unos 1.000 millones de euros (1.170 millones de dólares).

"Quiero impulsar la internacionalización dentro de Europa", dijo a Reuters en una entrevista el consejero delegado Wolfgang Albeck, antiguo directivo de Deutsche Post.

No quiso comentar los planes de una posible salida a bolsa.

Trans-o-flex está especializada en servicios de transporte para las industrias farmacéutica, cosmética y de electrónica de consumo, y el transporte de productos farmacéuticos -como las vacunas contra el coronavirus- representa alrededor del 60% de su facturación.

La empresa espera que el mercado crezca casi una cuarta parte de aquí a 2025 en Alemania y Austria, donde está presente. Albeck dio un giro a la compañía después de que los empresarios bávaros de logística Christoph Schoeller y Peter Amberger -que habían sido propietarios de la empresa en los años 90- la recompraran a Austrian Post en 2017.

En los primeros seis meses del año, Trans-o-flex aumentó la facturación en casi un 5%, hasta los 264 millones de euros, mientras que el beneficio operativo ajustado creció un 4%, hasta los 31 millones de euros.

Albeck dijo que Schoeller y Amberger son propietarios orientados a largo plazo, y añadió que también acaba de ampliar su contrato hasta 2024.

El consejero delegado dijo que el grupo no tiene previsto competir con gigantes del sector como DHL, DPD o UPS, sino concentrarse en el transporte de mercancías sensibles o de alto valor, desde pantallas planas hasta válvulas cardíacas artificiales que deben llegar a tiempo al quirófano.

"Lo que hacemos nosotros no lo puede hacer un servicio de paquetería normal", afirma.

(1 dólar = 0,8517 euros)