BONN (dpa-AFX) - Deutsche Post afirma que seguirá entregando cartas y paquetes en toda Alemania. No tiene previsto retirarse del llamado servicio universal y quiere "seguir haciendo esta importante contribución al servicio básico", declaró la empresa el martes. La empresa se refirió a un artículo del diario "Die Welt", según el cual la empresa planea retirarse del servicio universal. El periódico hacía referencia a informaciones del comité de empresa.

Como proveedor de servicio universal, Correos tiene que entregar artículos en cualquier lugar de Alemania, a diferencia de sus competidores. A cambio de esta presencia a escala nacional, no paga el IVA sobre los ingresos procedentes del reparto de cartas y paquetes.

Entre los conocedores del sector, es poco probable que Correos se retire del servicio universal. Sin embargo, es posible. En ese caso, se buscaría otra empresa que se hiciera cargo del reparto a escala nacional. Si esto ocurriera, lo más probable es que aumentaran los costes para los consumidores. Además, tal empresa alternativa no está a la vista. El Correo es, con diferencia, el líder del mercado de la correspondencia y la paquetería.

El Ministerio Federal de Economía quiere presentar en las próximas semanas los puntos clave para una reforma de la Ley Postal. Un primer proyecto de ley podría llegar a finales de año. La reforma es muy importante para el Correo. Espera normas que permitan reducir los costes. En respuesta al informe del "Welt", la empresa escribió que quiere "continuar la transformación hacia un servicio de cartas y paquetería neutro para el clima". Para ello, la empresa necesita un "marco sostenible, que se está debatiendo actualmente en el contexto de la modificación de la Ley Postal".

Walther Otremba, de la Bundesverband Briefdienste (Asociación Federal de Servicios Postales), de la que forman parte competidores postales como Pin AG de Berlín y Post Modern de Dresde, valoró los planes de salida como un intento de la empresa de Bonn de influir en el debate sobre la reforma. En su opinión, también influye el actual conflicto salarial, en el que el sindicato Verdi exige un aumento salarial del 15% y ha organizado huelgas de advertencia. Dijo que los juegos de simulación eran una amenaza para recortar puestos de trabajo. Es un "farol para intimidar al sindicato y evitar que los políticos liberalicen más el mercado postal"./wdw/DP/jha