BONN (dpa-AFX) - El fin de una era: Deutsche Post interrumpirá su servicio de telegramas a finales de año. El servicio apenas se ha utilizado últimamente, dijo un portavoz de la empresa el jueves, explicando la medida. Deutsche Post sigue el ejemplo de muchas otras empresas postales de todo el mundo. Previamente, el portal del consumidor "Paketda" y "Die Welt" habían informado al respecto.

Inventado en el siglo XIX, el telegrama fue una de las formas más rápidas de transmitir información importante hasta bien entrado el siglo XX. El texto dictado en persona o por teléfono en la oficina de correos o telégrafo se transmitía normalmente por télex a una oficina de correos o telégrafo cercana al destinatario y luego se entregaba por mensajero.

Como el precio de un telegrama solía ser bastante elevado y dependía del número de palabras, se desarrolló un estilo especial de lenguaje con formas cortas en lugar de frases completas. Una formulación típica era: "Llegar el sábado a las 8 de la tarde abuela". Con la difusión del teléfono y, sobre todo, con la llegada de Internet y los teléfonos inteligentes, el telegrama perdió su importancia de forma drástica.

Últimamente, apenas lo utilizaban los clientes particulares, dijo el portavoz de correos. Las empresas lo utilizaban a veces para recordatorios o como muestra de agradecimiento a los empleados con muchos años de servicio en los aniversarios de la empresa, pero incluso eso se había vuelto cada vez más raro.

Pero no es de extrañar: los precios de un telegrama seguían siendo elevados a pesar de la pérdida de importancia. Un minitelegrama de hasta 160 caracteres cuesta desde hace poco al menos 12,57 euros, un maxitelegrama de hasta 480 caracteres 17,89 euros - en la versión sencilla. Con una hoja decorativa, el precio era de 21,98 euros.

Sin embargo, el telegrama no es el único servicio de telecomunicaciones envejecido al que los consumidores alemanes tendrán que decir adiós el año que viene.

A finales de enero, Deutsche Telekom también apagó los últimos teléfonos públicos que le quedaban, tal y como anunció en octubre. Desde finales de noviembre, ya no es posible pagar con dinero en efectivo en los aproximadamente 12.000 dispositivos restantes. A finales de enero también terminará la posibilidad de utilizar las cabinas telefónicas con tarjetas telefónicas.

La primera "cabina telefónica" se instaló en Berlín en 1881. En su momento álgido, había más de 160.000 cabinas telefónicas en Alemania. Pero desaparecieron gradualmente del paisaje urbano en las últimas décadas porque ya casi nadie los utilizaba, a más tardar con la difusión de la telefonía móvil. Casi uno de cada tres teléfonos públicos no generó ni un euro de ingresos el año pasado, según informó Telekom en octubre. Los ingresos medios por local son también de unos pocos euros al mes. Esto es desproporcionado con respecto a los costes de mantenimiento. Según la empresa, habrá que esperar hasta 2025 para que se desmantelen los últimos pilares y cabinas telefónicas./rea/DP/jha