El folleto de la operación, que creará el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo, mostró el viernes que habrá un plan de fidelización para los accionistas a largo plazo de la empresa, que se llamará Stellantis.

Los inversores que mantengan las acciones de Stellantis de forma ininterrumpida durante al menos tres años podrían recibir acciones con derecho a voto adicionales.

Esto podría dar más peso a Exor, el holding de la familia italiana Agnelli y accionista mayoritario de FCA, y a los principales inversores de PSA: la familia Peugeot, el gobierno francés y la empresa china Dongfeng.

Tras la fusión, Exor se convertiría en el mayor accionista individual de Stellantis, con una participación del 14,4%. La familia Peugeot le seguiría con una participación del 7,2%, mientras que el Estado francés y Dongfeng tendrían un 6,2% y un 5,6% respectivamente.

Según los cálculos de Reuters, los derechos de voto combinados de estos principales inversores en Stellantis podrían superar el 50% al cabo de tres años.

Esto podría dificultar que otros inversores impulsen cambios en la gestión y dificultar los intentos de adquisición.

Ningún accionista podrá poseer más del 30% de los derechos de voto en función del plan de fidelización, según el acuerdo de vinculación.

Las consecuencias fiscales del plan son inciertas, según el prospecto.

Stellantis tendrá una empresa matriz domiciliada en Holanda y sus acciones cotizarán en París, Milán y Nueva York.

Los planes de fidelización son habituales en las empresas de los Países Bajos y ya han sido utilizados por Exor, incluso en la escisión de Ferrari, impulsando el control de Exor sobre el fabricante de coches deportivos.

El consejero delegado de PSA, Carlos Tavares, dirigirá Stellantis y recibirá una bonificación de 1,7 millones de euros (1,5 millones de libras) cuando se complete la fusión, según el prospecto.

El consejero delegado de FCA, Mike Manley, recibirá "un premio de reconocimiento con un valor equivalente a aproximadamente cinco veces su salario base anual" y una retención en efectivo tras la fusión si se cumplen ciertas condiciones.

El prospecto decía que cada empresa podría poner fin a la vinculación si no se completa antes del 30 de junio de 2021 debido a que no se obtienen las aprobaciones regulatorias necesarias

PSA y FCA han presentado el plan de fusión a las autoridades antimonopolio de 21 países y de la Unión Europea. Hasta la fecha, han obtenido la aprobación de 15 países y un visto bueno preliminar de Brasil, que se convertirá en definitivo la próxima semana.

Se espera que la UE también autorice la fusión, según las fuentes.

Los accionistas de los dos grupos se reunirán el 4 de enero para aprobar su fusión, que se espera que esté finalizada en el primer trimestre del próximo año.