El regulador dijo que el gobierno debería fijar la cantidad de energía que EDF venderá a sus competidores en 2023 en 130 Teravatios-hora (TWH), por encima de los 120 TWH de este año.

El organismo de control recomendó un precio mínimo de 49 euros por megavatio-hora, lo que supone un aumento de casi el 17% respecto al precio máximo de 42 euros para la mayor parte de la energía vendida en 2022.

El recién reelegido presidente Emmanuel Macron, que se enfrenta a unas elecciones parlamentarias este mes, está bajo presión para proteger a los consumidores contra la inflación y los precios de la energía en alza, ya que la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia, junto con los problemas en la cadena de suministro, hacen que el coste de la vida aumente considerablemente.

Vender más energía barata a los competidores de EDF significa que no tendrían que pagar los precios mucho más altos en el mercado mayorista, algo que el gobierno tendría en cuenta a la hora de calcular las tarifas reguladas.

Sin embargo, los topes de precios reducen los ingresos de EDF.

Una medida similar adoptada por el gobierno francés este año, que fijaba un límite máximo del 4% a las subidas de los precios de la electricidad, le costó a EDF unos 10.000 millones de euros y fue una de las razones que llevaron a una ampliación de capital de 3.000 millones de euros (3.200 millones de dólares), financiada en su mayor parte por el Estado.

"Es muy importante... que utilicemos un máximo de Arenh (precios regulados de la energía nuclear) para exponernos lo menos posible a los precios internacionales", dijo el presidente de la comisión de energía, Jean-Franois Carenco, en una conferencia de prensa.

"El único objetivo es tener un precio de la energía que haga competitivas a nuestras empresas y que no perjudique la cohesión social de los consumidores".

El organismo de control dijo que el gobierno debería tomar una decisión antes del verano para dar visibilidad a todas las empresas afectadas sobre lo que pueden esperar.

EDF se enfrenta a una crisis financiera debido a las interrupciones en varios reactores nucleares, a las enormes inversiones necesarias para modernizar y sustituir su envejecida flota y a las medidas del gobierno para ayudar a los consumidores que se enfrentan a los altos precios de la energía.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, dijo a principios de esta semana que el gobierno seguiría protegiendo a los hogares franceses este año y el próximo del impacto de la subida de los precios del gas y la electricidad.

(1 dólar = 0,9332 euros)