Le Maire, que se reunirá más tarde con las empresas energéticas del país para tratar el asunto, advirtió de que el Gobierno disponía de "las herramientas para hacer que los proveedores de energía cumplan sus compromisos con el Estado y las empresas".

Sin embargo, no dijo cuáles podrían ser estas herramientas ni nombró a los proveedores de energía a los que apuntaba.

"El Estado no defraudará a nadie. El Estado no defraudará a sus panaderos", declaró Le Maire en una conferencia de prensa, subrayando que la crisis se produce cuando la baguette, el pan básico de Francia, entró en noviembre en la lista del patrimonio cultural de Naciones Unidas.

"El Estado francés hace su parte para ayudar a los panaderos, los proveedores de energía deben hacer la suya", añadió Le Maire.

Le Maire también dijo que el Estado escribirá a los 33.000 panaderos de Francia para detallarles la ayuda actual y futura que pueden esperar.

Anteriormente, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, había confirmado planes para ayudar a los panaderos franceses a hacer frente al aumento de las facturas energéticas, permitiéndoles escalonar en el tiempo el pago de sus impuestos y posiblemente "el pago de sus facturas energéticas de los primeros meses del año".