Una portavoz de la empresa confirmó que la huelga estaba en marcha pero no dio detalles sobre su impacto en la producción.

La representante del sindicato dijo que la huelga llevaría a la paralización de las unidades de refinado, y añadió que el proceso para cerrarlas comenzó el martes alrededor de las 8 de la tarde, hora local.

Los trabajadores exigen aumentos salariales para cubrir la inflación. Las negociaciones salariales están previstas para septiembre, pero la CGT quiere que la dirección se comprometa también a una prima.

La planta de Exxon en Fos tiene una capacidad de refinado de 7 millones de toneladas al año, lo que corresponde a cerca del 10% de la capacidad nacional, según la empresa.

Los paros formaron parte de esfuerzos sindicales más amplios que esta semana han afectado a otras empresas energéticas, como la eléctrica estatal EDF.

En EDF, las huelgas han detenido la producción de hasta tres gigavatios esta semana, en un momento en que el suministro ya es escaso porque varias centrales nucleares están en mantenimiento.

La acción industrial en el sector energético se produce mientras el presidente francés Emmanuel Macron está bajo presión para aliviar la presión sobre los presupuestos de los hogares por la creciente inflación.

La próxima semana, el gobierno debe presentar una nueva legislación destinada a impulsar el poder adquisitivo de las familias.