La caída de la demanda de energía y gas y la bajada de los precios pasaron factura en 2023 a la eléctrica española Endesa, que registró el miércoles un descenso del beneficio neto del 71%, peor de lo esperado.

La compañía, propiedad del gigante energético italiano Enel, obtuvo un beneficio neto de 742 millones de euros (802,92 millones de dólares), frente a los 2.540 millones de euros de un año antes y los 1.060 millones de euros esperados por los analistas encuestados por LSEG.

Endesa afirmó que el descenso de los precios del gas en torno al 64% provocó una fuerte caída de los precios de la energía en la región ibérica, donde también cayó la demanda de electricidad. También culpó a las medidas reguladoras, como el impuesto extraordinario español a las empresas energéticas, de golpear sus resultados.

Su negocio de gas se vio afectado por el descenso de la demanda de los clientes residenciales e industriales, así como por el laudo arbitral de 570 millones de dólares sobre un litigio relativo a un contrato de gas natural licuado.

A pesar de los resultados, el consejero delegado José Bogas se mostró optimista sobre las perspectivas para el año, confirmando los objetivos para 2024, incluido un beneficio neto ajustado, utilizado para calcular los dividendos, de entre 1.600 y 1.700 millones de euros.

"Tras un 2023 afectado por circunstancias extraordinarias, mantenemos para el año en curso una vuelta a la senda de crecimiento basada en la normalización de las condiciones del mercado", afirmó.

(1 dólar = 0,9241 euros) (Reportaje de Pietro Lombardi, edición de Inti Landauro)