Sin embargo, Matovic dijo que consideraba que la solución más probable era poner un tope a los beneficios de los productores de energía no gaseosa, algo en lo que ya se está trabajando en la Unión Europea después de que los ministros de Energía del bloque acordaran el viernes la medida.

"Una de las soluciones es que intentemos acordar con los actuales accionistas la recompra de (su) participación en Slovenske Elektrarne", dijo la agencia de noticias TASR citando a Matovic en un programa de debate dominical de la emisora privada TV Markiza.

Afirmó que la adquisición de una participación completa permitiría al Estado tener el control sobre las políticas de precios, pero no quiso especular sobre el coste de tal medida.

El Estado eslovaco es propietario del 34% de la empresa, y Enel y el grupo energético checo EPH poseen conjuntamente el 66% restante.

La empresa de servicios públicos acordó en febrero un límite al precio de la electricidad para los hogares con el fin de evitar un impuesto extraordinario, ya que el Estado buscaba formas de luchar contra el aumento de la factura energética.

Eslovaquia depende de la energía nuclear para cerca de la mitad de su producción, y Slovenske Elektrarne opera las únicas plantas nucleares del país, incluyendo dos unidades existentes en Mochovce y la central nuclear de 1.000 MW de Bohunice.

Se ha iniciado el funcionamiento de prueba de una tercera unidad en Mochovce y la unidad de 471 megavatios debería empezar a producir a principios de 2023.