Harbour, el mayor productor de la cuenca, caía un 7,5% a las 0905 GMT hasta los mínimos alcanzados por última vez a mediados de marzo, borrando una gran parte de las ganancias conseguidas desde que los precios del petróleo subieron a raíz de la invasión rusa de Ucrania.

Ese descenso fue inferior al del 0,5% de un índice más amplio de empresas europeas de petróleo y gas.

Los analistas de Jefferies dijeron que esperan que el nuevo gravamen añada 107 millones de dólares a la factura fiscal de Harbour en 2022 y 268 millones de dólares el año que viene, incluyendo la reducción de impuestos para su presupuesto de inversión.

EnQuest, que terminó la sesión del jueves con un descenso del 7%, cayó otro 9% el viernes por la mañana, hasta alcanzar mínimos vistos por última vez a finales de marzo. Se espera que pague un extra de 14 millones de dólares este año y de 73 millones el próximo, según Jefferies.

Aunque todos los productores tendrán que pagar más con el nuevo régimen fiscal, aquellos con presupuestos de inversión en petróleo y gas más pequeños como porcentaje de los beneficios se verán más afectados por el gravamen.

"EnQuest es consciente de la necesidad de tomar medidas para hacer frente a la crisis del coste de la vida, pero está decepcionada con la mecánica de aplicación del nuevo impuesto sobre los beneficios de la energía", dijo la empresa en un comunicado enviado por correo electrónico a última hora del jueves.

Serica, que había sufrido un desplome del 14% el jueves, siguió cayendo y bajó un 5,6% en las primeras operaciones del viernes. Las salidas netas de Serica derivadas del nuevo gravamen podrían alcanzar hasta 64 millones de dólares este año y 99 millones el próximo, según Jefferies.