El Reino Unido ha emitido nuevas normas ambientales más estrictas para proyectos de combustibles fósiles, lo que tendrá implicaciones directas en el desarrollo de dos vastos yacimientos de petróleo y gas en el Mar del Norte operados por Shell y Equinor.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha instado al Reino Unido a acelerar, y no a ralentizar, los proyectos en el Mar del Norte, al tiempo que supervisa un relajamiento de los requisitos medioambientales en Estados Unidos.

A partir de ahora, la aprobación de nuevos proyectos deberá tener en cuenta el impacto ambiental de las emisiones derivadas del uso o la quema de los combustibles extraídos, anunció el jueves el Departamento de Seguridad Energética y Cero Neto del Reino Unido.

Estas emisiones, conocidas como downstream o de "Alcance 3", no formaban parte previamente del proceso de autorización.

Esto "garantizará que los efectos completos de la extracción de combustibles fósiles sobre el medio ambiente sean reconocidos en las decisiones de autorización", señaló el departamento.

En enero, un tribunal escocés dictaminó que la aprobación de dos proyectos en el Mar del Norte --Jackdaw de Shell y Rosebank, en el que participan Equinor e Ithaca Energy-- era ilegal y debía ser reconsiderada.

Las empresas esperaban la nueva guía para volver a solicitar la aprobación.

Shell está revisando la guía y sigue comprometida con la realización del proyecto Jackdaw, afirmó un portavoz.

Equinor e Ithaca Energy también declararon que continúan centradas en avanzar con el proyecto Rosebank. Equinor indicó que presentará una evaluación conforme a la nueva normativa.

El Reino Unido tiene como objetivo alcanzar emisiones netas cero para 2050. El gobierno laborista anunció el año pasado que no emitiría nuevas licencias de petróleo y gas, aunque no revocaría las concedidas por el gobierno anterior.

El ministro de Energía, Ed Miliband, deberá decidir si los proyectos son compatibles con la nueva guía y los objetivos climáticos del Reino Unido. Se espera que la decisión final no llegue antes de otoño.

Miliband ha insistido en la necesidad de que el país reduzca su dependencia de los combustibles fósiles para disminuir los costes y mejorar la seguridad energética, aunque también ha reconocido que el petróleo y el gas seguirán desempeñando un papel en la economía británica durante muchos años.

Los grupos ecologistas Greenpeace y Uplift habían presentado impugnaciones legales contra los proyectos del Mar del Norte.

"Las nuevas normas significan que las compañías de petróleo y gas finalmente se verán obligadas a reconocer el enorme daño que están causando al clima", declaró Tessa Khan, directora ejecutiva de Uplift.