(Alliance News) - La elección de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. marca un cambio en las relaciones comerciales mundiales, con políticas proteccionistas basadas en nuevos aranceles aduaneros, escribe el Corriere della Sera en su suplemento de Economía del lunes.

Sin embargo, estas medidas podrían representar una oportunidad para muchas empresas italianas con una fuerte presencia manufacturera en EE.UU., más que una amenaza.

En 2023, EE.UU. generó más de 69.000 millones de euros en exportaciones para el Made in Italy, confirmando la tendencia positiva con 33.000 millones de euros en los seis primeros meses de 2024.

Entre los beneficiarios se encuentran las empresas que cotizan en Piazza Affari. Webuild, a través de su filial Lane, genera el 12% de su facturación en EE.UU. y podría beneficiarse de las inversiones en infraestructuras previstas por la administración Trump.

Cementir y Buzzi Unicem también están preparadas para aprovechar el auge del sector, con importantes ingresos procedentes del mercado estadounidense.

En el sector de la defensa, Leonardo, con su filial Drs, factura 3.000 millones de dólares anuales en EE.UU. y podría beneficiarse del aumento del gasto militar.

Enel y Eni, en el sector energético, muestran capacidad para adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado. Enel Américas, con un centenar de plantas renovables e ingresos de 12.000 millones USD en 2023, figura entre los líderes del sector.

Stellantis, por su parte, genera el 45% de sus ingresos en Norteamérica y, gracias a sus instalaciones de producción locales, se protege de los aranceles, reforzando su competitividad en el mercado de los vehículos eléctricos.

En el sector del lujo, EssilorLuxottica y Campari explotan el mercado estadounidense como pilar estratégico. EssilorLuxottica genera casi la mitad de sus ingresos en EE.UU., gracias a asociaciones como la que mantiene con Meta, mientras que Campari obtiene el 46% de sus ingresos globales del mercado estadounidense, consolidando el éxito de sus marcas icónicas.

Las empresas italianas en EE.UU. demuestran que, con una presencia arraigada y capacidad de adaptación, es posible convertir las políticas proteccionistas en una oportunidad para fortalecer el propio negocio.

Por Antonio Di Giorgio, reportero de Alliance News

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