LONDRES, 13 ene (Reuters) - Los consumidores británicos han disfrutado de unas Navidades de ensueño, según los resultados de los principales minoristas del país, agasajándose con comida, bebida y ropa de lujo antes de que la dura realidad del aumento de los precios les afectara en 2022.

Los grupos de comercios minoristas Tesco, Marks & Spencer y Next obtuvieron mejores resultados de lo esperado en las últimas semanas de 2021, ya que el aumento de los casos de COVID dejó desiertos los pubs y restaurantes, y los consumidores abarrotaron los pasillos de los supermercados en busca de tempura de gambas, botellas de ginebra de nuevos sabores y pavos.

Sin embargo, advirtieron de las dificultades que se avecinan a medida que aumenta la presión sobre su negocio, debido al aumento de los costes de transporte, las subidas salariales de los trabajadores de los almacenes y el encarecimiento de las materias primas.

Los grupos minoristas tampoco experimentaron un alivio inmediato de la interrupción de la cadena de suministros, y la empresa de moda rápida en internet ASOS transportó más existencias desde Asia, a un mayor coste, para garantizar las entregas en Navidad.

Estos informes sobre la evolución del negocio dan un primer indicio de cómo les ha ido a los minoristas en todo el mundo durante la temporada festiva, mientras se esperan los resultados de los principales grupos estadounidenses y europeos a finales de este mes y el próximo.

El grupo minorista más famoso de Reino Unido, M&S, proveedor de alimentos, ropa y artículos para el hogar, dijo que había contenido en gran medida las subidas de precios, pero que con las presiones inflacionistas que se acumulan en el horizonte tendrá que ceder en 2022.

"Tenemos que intentar asegurarnos de conseguir ese equilibrio y hacer lo que es correcto para el consumidor", dijo a la prensa el jefe de finanzas de M&S, Eoin Tonge.

Este directivo dijo que la inflación en el mercado de la alimentación en las 12 semanas hasta diciembre fue del 2,7%, y que se elevó al 3,5% en diciembre, pero que M&S no había trasladado esa cantidad a sus compradores.

Los consumidores británicos ya han visto cómo suben los precios de los alimentos, con unas barreras económicas posteriores al Brexit que han hecho subir los costes del comercio exterior, y se esperan subidas de impuestos y de las facturas de energía en abril. El Banco de Inglaterra espera que la inflación de los precios al consumo alcance el 6% en abril, su nivel más alto desde 1992, antes de moderarse.

Las encuestas económicas oficiales muestran que el gasto de los hogares, que representa casi dos tercios de la economía británica, aguantó en buena forma hasta finales de diciembre, pero la falta de capacidad de gasto en primavera afectará duramente a los comercios minoristas, mientras sus costes seguirán elevados.

(Escrito por Kate Holton; Edición de Keith Weir y Jane Merriman; traducido por Tomás Cobos)