Mientras que la mayoría de los demás mercados europeos han superado las crisis de los últimos años y han alcanzado nuevos récords en los últimos meses, los elevados costes de localización hacen que Alemania vaya a la zaga de otros mercados de Europa en cuanto a número de pasajeros, según declaró el mes pasado el operador aeroportuario alemán Fraport.
"Un centro internacional como Alemania ya no puede permitirse desventajas competitivas impuestas por el Estado", declaró el jefe del Estado de Hesse, Boris Rhein, tras una reunión con los líderes de los 16 Estados federados alemanes.
"Los elevados impuestos y tasas y el nivel exorbitantemente alto de regulación en toda Europa hacen que cada vez más empresas y particulares eviten los aeropuertos alemanes".
Ryanair redujo en agosto el 20% de su tráfico en el aeropuerto de Berlín-Brandeburgo, cumpliendo así sus amenazas de reducir su presencia en la capital alemana debido a unas de las tasas de localización más elevadas de Europa.
Se espera que los alemanes elijan un nuevo gobierno en las elecciones del 23 de febrero.