Europa se enfrenta a un nuevo recorte de gas esta semana, después de que la rusa Gazprom dijera que volvería a reducir los flujos hacia Europa a través del gasoducto Nord Stream 1. Con una docena de países de la UE que ya se enfrentan a una reducción de los suministros rusos, Bruselas ha advertido de que es probable que se produzca un corte total, y está instando a los países a prepararse ahorrando gas y almacenándolo para el invierno.

La Comisión Europea propuso la semana pasada normas de emergencia que obligan a cada país a reducir su consumo de gas en un 15% entre agosto y marzo. El objetivo sería voluntario, pero la Comisión podría hacerlo vinculante en caso de emergencia de suministro.

Sin embargo, el plan se ha enfrentado a la resistencia de diversos gobiernos y los países lo han reformulado para incluir exenciones para numerosos países e industrias. Los ministros de Energía de los países de la UE se reúnen el martes para aprobar la versión final.

"Los Estados miembros tienen que asegurarse de que sus objetivos son viables dada su situación interna", dijo un alto diplomático de la UE.

Otro diplomático dijo que parecía probable que los ministros aprobaran el plan, ahora que muchos habían conseguido exenciones o normas más suaves. "Debería haber un amplio consenso", dijo el diplomático.

Pero otros advirtieron que las normas debilitadas corren el riesgo de que los países no ahorren suficiente gas para el invierno. Mientras que los gobiernos, incluido el de Alemania, el mayor consumidor de gas de Europa, han aumentado sus medidas de ahorro energético, los países de la UE han reducido su uso combinado de gas en sólo un 5%, a pesar de los meses de precios en alza y de la disminución de los suministros rusos.

Rusia suministraba el 40% del gas de la UE antes de su invasión de Ucrania a finales de febrero.

La propuesta reformulada eximiría del objetivo vinculante a países como Irlanda y Malta que no están conectados a las redes de gas de la UE. Los países que exportan gas a otros, y los que tienen un almacenamiento de gas casi completo, podrían enfrentarse a objetivos más débiles, mientras que industrias como la química y la siderúrgica podrían quedar exentas.

El borrador requeriría una mayoría de países para activar los recortes de gas vinculantes, después de que muchos se opusieran a la propuesta original de la Comisión de tener la última palabra.

El plan ha puesto a prueba la solidaridad de la UE, y algunos estados dicen que imponer un único porcentaje de recorte a todos los países es injusto. Entre los críticos se encuentran España, que no depende del gas ruso, y Grecia, que dice que podría hacer frente a un corte ruso.

Un funcionario polaco dijo que el país se opondría a cualquier norma que permitiera a otros miembros de la UE utilizar las reservas de gas polacas.