El grupo Renault, al que le fue peor que a la mayoría de sus rivales durante la crisis del COVID-19 y los problemas en la cadena de suministro causados principalmente por la escasez de chips, se encuentra en pleno proceso de cambio de rumbo en un esfuerzo por aumentar sus beneficios.

En noviembre dio a conocer una importante remodelación que la llevará a separar sus actividades en cinco negocios, estrechar lazos con la china Geely y escindir su unidad de vehículos eléctricos mediante una cotización en bolsa este año. También está en conversaciones con su socio japonés Nissan para reiniciar su antigua alianza.

Renault apuesta por un mayor margen y por los coches eléctricos para impulsar el crecimiento. En 2022, la marca Renault, que representa dos tercios de las ventas del grupo, fue la tercera marca europea en ventas de vehículos electrificados, con 228.000 unidades vendidas, lo que supone un aumento del 12% respecto a 2021.

Su cuota de mercado global fue del 4%, lo que supone una reducción de 0,5 puntos porcentuales con respecto al año anterior.